Cada verano deja Londres unos días, donde trabaja como entrenador personal, para venir a Ceuta. En su última visita, dando clases de
kick boxing a los niños de la barriada del
Príncipe, se sorprendió con la cantidad de
basura y cristales presentes tanto dentro como fuera de la instalación: "Es una vergüenza". Amine Bennasour nació en Larache (
Marruecos), vivió 18 años en Barcelona y ahora reside en la capital inglesa. Esgrime él un dicho catalán que resta importancia al lugar de origen y llama a "defender y valorar el sitio donde vives y trabajas". Su mujer es de Ceuta, por lo que es habitual que cada verano regrese a la ciudad autónoma, para ver a su suegra y sobrinos. Precisamente, en una de las salidas habituales para jugar con ellos se percató del estado de conservación de una de las pistas deportivas. "Estaba
lleno de cristales, de piedras, de hierro. A los niños les puede pasar algo y luego será responsabilidad de todos", apostilla. En los vídeos e imágenes que tomó se ven incluso alfombras, la sujeción de una sombrilla, cajas e ingentes cantidades de basura.
La presencia de estos restos también resultó molesta a Bennasour cuando impartió clases de kick boxing para los jóvenes del barrio en las citadas instalaciones. "Le he mandado los vídeos a la Ciudad para ver si hacen algo", cuenta. Él, que ha vivido en grandes capitales, no se deja de sorprender por el estado de unos espacios "en los que juegan niños". De hecho afea la actitud de algunos trabajadores del servicio de limpieza. "El barrendero pasó un día por ahí al lado y ni se acercó", lamenta. Espera que a su regreso a Ceuta el problema pueda estar solucionado y seguir entonces alentando a los niños de la barriada a continuar con la práctica deportiva, que a él le ha llevado lejos. En concreto, de Larache a Barcelona y de ahí a Londres, para regresar, de vez en cuando, a Ceuta.