“Entre Paco Antonio y Vivas, sinceramente, a día de hoy confío más en Paco Antonio”

No adelanta nada hablando claro. Pero la situación lo requiere. La barriada no avanza por más que se pide colaboración vecinal y por más que los vecinos colaboran. Dentro de un año terminan sus cuatro años como presidente de Príncipe Alfonso. Entonces hará cuentas. De momento, atrás quedaron muchas personas que querían controlar a la junta vecinal. Acusado de arrimar el hombro al Partido Popular para su interés, dice que personalmente como ciudadano su voto  es libre, que no debe nada a nadie, tan sólo da la cara por unos vecinos apenas sin esperanza de salir de un agujero al que muchos intereses siguen dejando a oscuras.
–¿Están los vecinos de Príncipe Alfonso cansados de esperar?
–Claro que sí. Estamos pendientes de muchas cosas. Al menos ha salido una luz de esperanza en cuanto al saneamiento que aprobó la Confederación Hidrográfica y el Estado ya se ha comprometido a ejecutar con 18 millones de euros. Un proyecto que llevamos reivindicando desde la época de Pedro Gordillo y que es una necesidad básica para nuestra barriada. Personalmente hemos luchado mucho por conseguirlo y que sea posible después de tantos problemas con el agua, cortes, pérdidas... que nos digan que ya se va a hacer es algo que me llena de orgullo, la verdad.
–Lo han dicho tanto tantas veces, cómo habéis denunciado, sin que se hiciera real, que ya no sé si se lo cree...
–Sí, me lo creo. Han sido varias las fuentes que me han confirmado que este año habrá una cantidad pequeña de dinero para iniciar la puesta en marcha del proyecto y el año que viene comenzará la actuación.
–¿De quién se fía más: de Juan Vivas o de Paco Antonio González?
–¿Sinceramente?
–Hombre, yo todo lo que le pregunto espero que me lo conteste con sinceridad...
–De Paco Antonio.
–¿Qué ha pasado con Vivas?
–A mí me gustan las cosas claras: si se puede se puede y si no se puede, no. Lo que no se puede es dejar que pasen los meses y simplemente escuchar y prometer. No. Además de escuchar hay que aportar.
–¿Ha cambiado en algo la actitud del presidente de la Ciudad cuándo en las últimas elecciones usted alababa su política?
–A mí no me ha demostrado cambios importantes realmente, pero no puede haber intenciones sin acciones y los vecinos están cansados. Yo pongo la cara por ellos y también lo estoy si no mejoramos.
–Muchos de los vecinos son críticos con usted como presidente porque denuncian que se vendió a Vivas y al Partido Popular desde un primer momento.
–Bien. Yo como Kamal, personalmente, puedo votar a quien quiera y ser partidario del que quiera. Siempre he sido reivindicativo como presidente, a nivel personal puedo apoyar a quien yo quiero. Mi trayectoria demuestra totalmente mi plena disponibilidad con la comunidad vecinal. Es a ellos a los que me debo.
–¿Pero consiguió algo por manifestarse del lado del PP?
–Quizá tener más contacto con la Administración, con los consejeros, una línea más directa con los que se tienen que encargar de los trámites que pueden ir facilitando cosas. Antes creía que se podían arreglar las cosas...
–¿Hay que ser del PP para arreglar las cosas entonces? ¿Ahora ya no cree que puedan solucionarse?
–Bueno, aclaro que nunca he sido afiliado al PP. Respecto a la segunda pregunta... en fin. Ya sabemos lo que hay. La oposición tira al aire y no da en el blanco. Como presidente de la AAVV no perteneces al mundo de la política pero estás ahí sin quererlo.
–¿Y qué piensa de ese mundo?
–Bufffff
–¿Le ha decepcionado?
–Sí, totalmente, porque las personas no están ahí para ayudar al pueblo realmente y para solucionar los problemas. Y si una cosa no va ligada a los principios partidistas, aunque sea buena para el pueblo la rechazan de plano. Si va en contra del partido, es negativo sea lo que sea y eso es el gran fallo.
–¿Y esa política que representa a los ceutíes y que no hay que olvidar que los ceutíes han votado ... es racista?
–Más que racista es marginal, porque lo que no se puede es dejar siempre no sólo el Príncipe sino todas las barriadas periféricas, de esta manera, sin que se haga nada por solventar sus problemas porque les damos igual y desde luego  el servicio y las actuaciones que hacen en el Príncipe, en Los Rosales o en Hadú no son iguales que las que se hacen en el centro. Ese es un gran defecto que tiene la Administración, que lo sabe, que pasa, que se critica, pero que no cambia.
–Pero algo habrá cambiado durante los tres años que lleva en el cargo ¿no?
–Se han hecho muchas cosas como arreglar calles, reordenar el tráfico y en eso se ha avanzado gracias a nuestra plena colaboración. Tanto de los vecinos como de la Ciudad... pero faltan muchísimas más cosas como alumbrado, chabolismo y cientos de carencias que siguen ahí.
–¿Qué sabe de Maeztu?
–Pues vino y se fué. Eso es todo. ¿Se ha vuelto a escuchar algo por más que lo hemos pedido? Todo está igual. Y todo depende de los momentos políticos y de los intereses en torno a eso.
–¿Por qué habla ahora así de claro y antes andaba con vueltas?
–Experiencia, imagino. Saber ya lo que te rodea y andar con cuidado porque hay muchos obstáculos.
–¿Y esos obstáculos son los que realmente tendrían que estar trabajando para quitar trabas?
–Sí, efectivamente. No solucionan. Hablan en la mesa pero no vienen, no sienten a los vecinos. La limpieza, por ejemplo, algo que ya tendría que estar resuelto. Ahí están los brigadas informando de cada detalle, pero a los que no se escucha lo suficiente.
–¿Si usted fuera el presidente de la Ciudad qué haría?
–Tomaría otro camino. Este no es el camino correcto.
–¿Qué camino?
–El dinero es importante pero hay otros aspectos que se pueden solucionar sin él. Existe un polifuncional al que creemos no se le saca suficiente provecho a nivel de asuntos sociales porque seguimos con los mismos problemas que existían hace muchos años: infravivienda, analfabetismo, suciedad...
–¿El Príncipe mejorará?
–Yo creo que sí, pero depende de quienes estén por la labor de solucionar nuestros problemas, porque de momento no vemos nada.
–Hombre, ha reconocido que al menos algo de esperanza en actuar ve por parte de Delegación...
–La esperanza no hay que perderla nunca, pero aclaro que si no tengo medios ahora como presidente vecinal para que mis vecinos sean escuchados, si tengo que pasar de la acción vecinal a la acción política para conseguirlo, lo haré. Veo que por mucho presidente que sea y por mucha voz el efecto es lo de siempre. Se hace lo que quiere el político que es el que tiene más fuerza para tumbar todas las reivindicaciones y propuestas que planteas para mejorar. Simplemente hay que ir a las hemerotecas y ver todo lo que hemos pedido. Casi todo se ha echado hacia atrás.
–Kamal como político...
–Quizá tenga más voz, más fuerza, más papel en los medios nacionales para explicar lo que sucede en Ceuta y luchar por todos los ceutíes de verdad.
–¿En qué partido?
–Aún me lo estoy pensando, pero sin duda sería un partido localista, pero que no está presente en estos momentos. Ahora todos están en el mismo juego. Juegos de palabras, de ‘cafelitos’ juntos y de los mismos problemas que sufren los vecinos. Pero insisto en que es tan sólo una idea que estudiaré.
–No escupa para arriba a ver si termina usted tomando ‘cafelitos’ en algún rincón de Ceuta...
–Saliendo de donde he salido y con mi trayectoria pues yo creo que no. Estamos muy cansados. De tanto pelar, pedir...
–En las hemerotecas también hay anuncios de manifestaciones masivas que al final no se produjeron.
–Sí. Hay miedo. Juegan con eso. Los vecinos tienen temor de amenazas o identificaciones que repercutan en ellos de manera negativa pese a simplemente estar mostrando la voz vecinal que los políticos se empeñan en que no se escuche. La gente sólo piensa en poder trabajar, en tener una vivienda digna y poco más.Vamos a hablar claro. Ya hubo tiempo para regularizar esas viviendas, los vecinos están ilegales porque aún no se ha hecho ni siquiera eso.
–¿Y usted ha tenido miedo?
–Nunca. Habrá sectores críticos con mis acciones pero he dado la cara y estoy ahí para ayudar.
–¿Al final ganó algo a nivel personal? Esas voces críticas dicen que eres un vendido de un partido que le consiguió trabajo y vivienda y por eso está aquí...
–No, mire. Llevo trabajando doce años como auxiliar y posteriormente en el Centro de Coordinación de Emergencias. Mi casa actual está en Avenida de España, donde deposité mis ahorros desde que comencé a trabajar para meterme en una cooperativa privada, aunque estoy empadronado en mi casa del Príncipe. Tengo mi coche, mi casa y mi trabajo. No aspiro a más. A educar a mis hijos y al bienestar de mis vecinos. Tengo un equipo que está ahí trabajando día a día aunque yo voy también a diario y no pasar allí las 24 horas me ayuda. A mí nadie me ha regalado nada y lo digo muy alto.
–¿Qué ha aprendido en estos tres años?
–Menos a mentir... aprendes a mirar a las personas y saber de qué van. Eso es muy de agradecer, saber de qué pie cojea cada uno.