Quince días después de la reapertura parcial de la
frontera del Tarajal, que según las autoridades españolas sigue, en puridad, cerrada, el tajante anuncio de que por el paso no se permitiría la entrada en Ceuta ni de una bolsa de tomates procedente del país vecino se ha relajado un poco, aunque tanto en la Delegación como en la Comandancia de la Benemérita aseguran no haber dictado o recibido ninguna nueva instrucción contraria a la máxima rigidez. “La gente está volviendo de Marruecos con pequeñas compras porque la legislación, según las
autoridades aduaneras, lo permite, y la Guardia Civil está siendo razonable”, indicaron ayer las fuentes consultadas por este periódico. “Lo que se quiere es luchar contra el abuso y lo que no se va a consentir es que la gente traiga productos para comerciar con ellos
hasta que no se abra la aduana comercial, que tardará por lo menos hasta finales de año, o que a alguien se le ocurra intentar retomar el
porteo”, ponen líneas rojas los responsables consultados. La intención de las autoridades españolas, el objetivo, es que la frontera con Marruecos opere “como cualquier otra frontera o aeropuerto” y como referencia se cita la normativa que regula los bienes que una persona procedente de fuera de la UE puede introducir en esta para uso personal o familiar, sin superar las cantidades o valores permitidos. Ceuta desea sumarse al territorio aduanero europeo, en el que está prohibido introducir carne y productos lácteos, flores, frutas, legumbres, plantas, más de 200 cigarrillos o un litro de alcohol de alta graduación por persona.
El documento de Sanidad Exterior con límites de frutas o vegetales por viajero es uno “manipulado” de 2020, según la Delegación. Marruecos elabora una base de datos con los residentes que tienen su nacionalidad
Durante los últimos días en la frontera se ha visto a viajeros que traían cuatro sandías del país vecino obligados a desprenderse de tres para acceder a Ceuta con únicamente una. Aunque uno de los propósitos de hacer tabla rasa con no permitir la entrada de nada era precisamente evitar que el listón tuviesen que ponerlo los agentes de servicio en el puesto de control, al final ha terminado siendo en parte así. “En otra época se abusó del ‘régimen de viajeros’ y pasó a ser porteo, pero a día de hoy tanto el Gobierno de España como el de Marruecos lo rechazan y se van a poner todos los medios para impedirlo”, advierten fuentes gubernamentales que insisten en que “el proceso de apertura gradual está siguiendo su curso” sin “nuevas instrucciones” a la Benemérita. “Los agentes están haciendo un buen trabajo y siendo razonables con las personas que pasan”, valoran. Aduanas de Marruecos, que anunció que no permitiría el paso de “ni un danone” hacia su territorio sigue siendo “inflexible” con la mercadería que antaño copaba el porteo. Según distintas fuentes, en los puntos de control documental se ha reforzado la recogida de información “para configurar una base de datos sobre cuántos residentes en la ciudad están en posesión de la nacionalidad del país vecino”. A tal efecto se pregunta a los españoles con nombres y apellidos árabo-musulmanes “si tienen carné de identidad marroquí”. El que disponga de él debe reconocerlo, pues tenerlo y negarlo “puede ser motivo de detención”.
