El Gobierno central dice que el delegado “no mintió” sobre los hechos registrados en la frontera e incurre en contradicciones
Las circunstancias de la entrada en Ceuta la madrugada del 7 de agosto de casi 200 migrantes a la carrera por la frontera mientras apenas nueve policías y guardias civiles se veían atropellados por la multitud está llevando al Gobierno central, al que senadores de Podemos y el Grupo Mixto han formulado múltiples preguntas y peticiones al respecto, a incurrir en todo tipo de contradicciones en su defensa de que no se pudo hacer nada y de que el delegado “no mintió”.
El senador vasco Jon Iñarritu pidió al Estado todas las imágenes del suceso una vez divulgado un vídeo por cuya difusión hay un funcionario expedientado. La respuesta que ha obtenido es incoherente.
Por un lado, dice que “las imágenes grabadas por las cámaras instaladas en el puesto fronterizo del Tarajal solo son guardadas durante siete días, por lo que es materialmente imposible a fecha actual su recuperación y envío”. Al mismo tiempo, advierte que “el manejo de esta información requiere adoptar medidas de seguridad que se ven “comprometidas” cuando “la información se remite a personas ajenas sin supervisión presencial del uso que se le da por parte de las mismas y que participan en su cadena de custodia”. Así las cosas, el Gobierno de Mariano Rajoy termina invitando al senador a que “se desplace a la sede del Ministerio del Interior en la ciudad autónoma, donde se le facilitará el visionado de las imágenes solicitadas”, supuestamente ya borradas, para “minimizar el impacto técnico y operativo sobre el sistema de vigilancia de la frontera”.
En declaraciones a ‘El Faro’, Iñarritu lamentó el contenido de la contestación gubernamental pero explicó que alguna de las interpelaciones que formuló sobre este caso concreto “ya se han convertido en preguntas orales, por lo que tendré ocasión de pedir explicaciones más amplias en sede parlamentaria al Gobierno”.
El Ejecutivo ha asegurado al mismo tiempo por escrito al senador de Podemos Ignacio Bernal que la grabación difundida por los medios son solo “escasas imágenes” que, desde su punto de vista, resultan suficientes para considerar que “el delegado del Gobierno no mintió y, por tanto, no hay ninguna medida que tomar al respecto”.
Fernández Cucurull, cuya petición de comparecencia en la Cámara Alta por este mismo tema está pendiente de calificación, dijo que los migrantes se habían empleado con “violencia” y que habían “arrollado” a los funcionarios de servicio, aunque posteriormente se vio que el policía que se rompe una pierna lo hace al apoyarse mal tras intentar propinar una patada a un subsahariano mientras otro compañero repartía porrazos y algunos se apartaban o miraban.
En sus explicaciones, el Gobierno central abunda en la tesis de violencia sin control por parte de los migrantes: “Los funcionarios se vieron sorprendidos por un grupo agresivo y violento de 187 ciudadanos subsaharianos que arrasaron las barreras físicas del puesto fronterizo. Con extraordinaria rapidez superaron el vallado exterior de puesto y el grupo más numerosos iba provisto de mazas y cizallas, con las que rompieron el pestillo de una de las puertas y lanzaron objetos contundentes contra la Guardia Civil”, resalta.
Protocolo: cerrar el paso el “mínimo” imprescindible y pedir ayuda
El Gobierno de Rajoy ha detallado al senador de Podemos Ignacio Bernal, quien pidió el “protocolo” a seguir por las Fuerzas de Seguridad cuando hacen frente un intento de entrada en grupo como el registrado el 7 de agosto por el paso fronterizo, que “con carácter general” y “en función de su gravedad” cabe “proceder al cierre del puesto fronterizo por el tiempo mínimo imprescindible, así como a recabar los refuerzos policiales necesarios para asegurar el buen orden y garantizar los derechos de los ciudadanos en coordinación con el resto de servicios públicos, las autoridades marroquíes y las Fuerzas de Seguridad, estableciendo cuantas otras medidas sean necesarias”.
“Debido a la inmediatez y violencia no fue posible otro tipo de actuación”
Esa noche según la versión oficial no fue posible porque “los hechos en cuestión se produjeron de forma imprevista, ya que cuando el operativo en el perímetro fronterizo fue detectado por los inmigrantes estos se dirigieron entonces al puesto fronterizo”.
“Debido a la inmediatez y violencia con la que se produjo la entrada masiva esa madrugada no fue posible otro tipo de actuación para frenar la avalancha por parte de los funcionarios que se encontraban prestando servicio y fue imposible la recepción de ningún tipo de instrucción y por ende el aviso a las unidades especializadas en el mantenimiento y restablecimiento del orden público”, resume el Ejecutivo.