Momentos emotivos y dolorosos se han vivido este lunes en Chaouen, al norte de Marruecos. Miles de personas se han dado cita en el entierro del pequeño Rayan, el niño de cinco años atrapado durante 100 horas dentro de un pozo y cuyo fallecimiento ha conmocionado al mundo.
Los congregados han orado en el funeral oficiado en el pueblo de Igran, en una ceremonia celebrada coincidiendo con el rezo Dohr. Los preparativos se han prolongado durante horas hasta que el féretro con los restos del pequeño han llegado al cementerio Baalush en medio de fuertes medidas de seguridad ante la multitud de personas reunidas para dar a Rayan el último adiós.
Entre cánticos fúnebres religiosos, y el dolor manifiesto de todos los presentes, Marruecos y todo el mundo a través de redes sociales se han despedido del pequeño cuyo rescate ha mantenido en vilo a la humanidad con, por desgracia, un trágico desenlace que ha enlutado a la ciudadanía tanto dentro como fuera de sus fronteras. Unas condolencias que se han expresado también en la concentración semanal de los trabajadores transfronterizos en Ceuta.
Miles de marroquíes llegados de distintas ciudades
La ceremonia fúnebre del niño comenzó desde la casa de su abuelo, que es el lugar de recepción de las condolencias, que se trata del mismo pueblo que el de sus padres, tal y como informa Tanja24.com. En el entierro del niño Rayan han participado varios funcionarios y miles de marroquíes llegados de distintas ciudades del reino alauí.
Tras pasar cinco días en el fondo de un pozo de 32 metros, Rayan fallecía tal y como confirmó el Gabinete de la Casa Real de Marruecos a través de un comunicado. Millones de almas con un mismo deseo que, además, recibían la solidaridad y el apoyo a nivel internacional. Todos sumando esfuerzos sin que al final se obrase el milagro: salvar la vida de este pequeño de cinco años. La cascada de condolencias no cesa desde la triste noche del sábado.