El argelino cuyo cadáver fue encontrado el pasado 21 de diciembre entre las rocas de Calamocarro ha sido enterrado este miércoles en el cementerio de Sidi Embarek. Se ha aguantado el tiempo máximo posible para intentar una identificación que, finalmente, ha sido inviable. Este joven, del que no consta siquiera una reseña policial, ha terminado su vida en Ceuta.
Los trabajadores del cementerio y la Funeraria Cuatro Culturas han estado presentes en el rezo ofrecido antes de su entierro, en un lugar en el que descansan muchos otros inmigrantes que, como este joven magrebí, nunca han podido ser identificados. Se ha intentado por todos los medios. La Guardia Civil ha trabajado en buscar un rastro sin éxito.
La soledad que marcó su entrada en Ceuta, enfundado en un traje de neopreno, es la que le ha acompañado en esta despedida en una ciudad que iba a ser de paso pero que ha terminado constituyendo la parada nunca deseada. Es el destino de muchos jóvenes que dejan sus tierras de origen y se arrojan al mar creyendo que bordeando un espigón se llega fácilmente al punto deseado.
La historia demuestra que no siempre es así, que los dramas siguen marcando el periplo de demasiadas vidas que quedan truncadas sin que sus familias sepan del destino final.
¿Cómo están tan seguros qué es argelino si no está documentado? Podría ser marroquí o de cualquier país árabe. Digo yo.
Rojo, de Argelia nadie huye por ser cristiano. Entérate bien.
Rojo (núnca mejor dicho), respeta a esta persona ya fallecida. Deves de ser un auténtico monstruo.
¿y porque ha sido enterrado en el cementerio musulman? si no está identificado podria haber huido de Argelia por ser cristiano,por ejemplo.