Los familiares de
Riduan ‘Jarabaka’, el vecino de Juan Carlos I asesinado en Barcelona, han podido por fin despedirle este viernes. Sus restos han sido trasladados al domicilio familiar en Ceuta, después de las gestiones efectuadas por la Funeraria Al-Qadr. Allí se le ha despedido en la intimidad, acudiendo familiares y vecinos a dar el pésame. Con posterioridad se ha procedido al traslado del ataúd hasta la mezquita de
Sidi Embarek en donde ha tenido lugar el rezo, antes del entierro en el cementerio. Todos los que conocían a este joven, asesinado en la madrugada del 17 al 18 de agosto, han acudido a dar el pésame a la familia, apesadumbrada por lo ocurrido y cuyo único consuelo es que se haga justicia. El joven, que no había cumplido ni los 30 años, había marchado de Ceuta a Barcelona para buscar trabajo. Allí llevaba residiendo 9 meses, hasta que este pasado agosto fue apuñalado y su cuerpo encontrado en un descampado, desangrado. Sus familiares recibieron la noticia del crimen desplazándose a Barcelona. La Policía lleva la investigación sobre estos hechos y se ha practicado ya una detención de un español, pero no se descarta que haya más.
Ha sido una emotiva despedida a Riduan, sus amigos aún no se lo creen y destacan de él que era una persona tranquila. Por eso quieren que todo se aclare y que se haga justicia, procediéndose a la detención de todos los que hayan tenido algo que ver con lo sucedido. Después de varias semanas esperando que el cuerpo sin vida pudiera ser trasladado a Ceuta, ya se ha procedido al entierro en el cementerio de Sidi Embarek. En la casa familiar de Juan Carlos I hay mucho dolor, y sobre todo muchas preguntas sin resolver ya que nadie entiende cómo se pudo producir un ataque de esta manera tan brutal que se ha llevado la vida de una persona joven pero, además, ha destrozado a una familia entera. De momento la Policía ha comunicado a la familia que sigue con la investigación abierta para aclarar qué hay detrás de todo esto y poder detener a todos los implicados.