El salón de actos del Centro de Salud del Recinto ha sido el lugar elegido por el INGESA para llevar a cabo este taller de resucitación cardiopulmonar que ha sido dirigido por miembros del servicio de urgencias 061 y en el que han participado alrededor de veinte personas.
Según Begoña Martínez, enfermera del 061, "pretendemos concienciar sobre la importancia de que todo el mundo sea capaz de detectar un paro cardíaco y, mientras mantiene la tranquilidad, avise a los servicios de urgencia y empiece con las maniobras de reanimación". En este sentido, Martínez destaca la importancia de constatar si la persona que ha sufrido el paro cardíaco "está consciente o inconsciente, y sobre todo, si respira". Datos que deben ser trasladados a los profesionales que atienden los teléfonos de emergencias.
Y mientras llegan las ambulancias, Víctor Ríos, enfermero del 061, aconseja que se debe iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP), con 30 masajes cardíacos en el centro del pecho, y dos respiraciones boca a boca; y así hasta la llegada de la ayuda médica.