Recibir vía Correos un producto adquirido en la península se ha convertido, para demasiados ceutíes, en una experiencia casi de riesgo que pone a prueba la paciencia.
La última pesadilla burocrática atiende al nombre de DUA, el acrónimo que identifica al Documento Administrativo Único, un trámite de obligado cumplimiento para toda mercancía con un valor superior a los 22 euros que entra en la ciudad y que certifica, ante los ojos de la Agencia Tributaria, que ésta está liberada del pago del IVA pero sometida al abono del IPSI, el impuesto que gestiona la Ciudad. El que fuera monopolio estatal de comunicaciones lo gestiona desde finales de octubre en calidad de representante aduanero, sustituyendo su personal el papel que durante décadas ejerció el personal de Arbitrios.
La novedad desde entonces para quien recibe un paquete de Correos ha llegado en forma de tasa: el ya famoso DUA se expide previo pago de 14 euros (16 para extranjeros), cantidad que despertó las primeras críticas de los receptores por la falta de información previa a su implantación. Correos aduce desde entonces que el precio es idéntico al que cobran las agencias de aduanas e insiste en que el trámite no es obligatorio ya que se da la oportunidad al cliente de realizarlo de forma personal. El argumento, pese a todo, no ha convencido ni a la propia Ciudad, que en el pleno del pasado 20 de diciembre aprobó por unanimidad de todos los grupos una moción para reclamar a la empresa nacional que lo retire.
Hasta ahí el galimatías, aunque no agradable para nadie por el sobrecoste en forma de euros o la molestia de confeccionarlo a título personal, no revestía más complicación. O sí. Es el caso de Andrés, un joven que denuncia que nadie consigue desenredar la madeja administrativa en la que ha quedado enredado su móvil de alta gama. Una conocida multinacional de telecomunicaciones le ofreció la posibilidad de renovar su terminal adquiriendo el nuevo a cambio de los puntos acumulados. Dicho y hecho, tramitó el pedido. Al llegar a la ciudad Correos le avisó de su recepción, pero también se abrió de par en par la puerta del laberinto: el envío desde Madrid no incluye factura detallada del valor real del aparato porque la compañía remitente lo considera gratuito y “sin valor comercial”, justificación que no convence al supervisor aduanero, que reclama conocerlo para aplicarle el correspondiente IPSI y poder tramitar el DUA. Conclusión: la multinacional no da respuesta (los teleoperadores reconocen desconocer en qué consiste el trámite), el móvil continúa inmovilizado en Correos y Andrés sigue sin poder desprecintar su nuevo teléfono.
La empresa estatal argumenta que se trata de casos muy puntuales y que desde octubre, cuando arrancó el proyecto experimental de colaboración con Aduanas, intenta reducir al mínimo las incidencias. De hecho, ha destinado personal solo a resolver dudas, que también atienden vía telefónica y a través de internet. Menos claro lo tienen los sindicatos, que denuncian que hay envíos que acumulan considerables retrasos.
Desde el sector privado las cosas paracen estar más claras. La agendia de transporte urgente MRW asegura que “todo parece un problema de información porque nosotros lo gestionamos sin problemas desde hace tiempo” y recuerda que hay empresas como Amazon o Inditex que asumen el coste del DUA en beneficio del cliente.
La picaresca aflora entre particulares en internet
Quien hizo la ley hizo la trampa. Eso es, al menos, lo que deben pensar quienes buscan trucos en internet más o menos eficaces para burlar el trámite del DUA. En el foro de eBay, la primera web de venta y subasta de España, aflora la picaresca. Al existir una transacción económica en la que alguien cobra por entregar un producto de su propiedad, legalmente ejerce como vendedor y, por lo tanto, al llegar la mercancía a Ceuta el receptor debería cumplimentar el DUA y pagar en Correos. Un usuario, ante la pregunta de cómo evitarlo, aconseja “hacer los envíos a nombre de tu padre, tu madre o tu hermano, de forma que parezca que es un amigo o un familiar quien te regala algo y Aduanas no sospeche. Tampoco hay que enviar factura”.