‘Enfermos Sin Fronteras’ cumple diez años

La ONG trabaja desde hace una década por los pacientes que no pueden costearse el tratamiento que requieren sus patologías ni otras necesidades básicas.

La ONG ‘Enfermos Sin Fronteras’ cumple su décimo aniversario en 2016. Una década trabajando en Ceuta y Marruecos por pacientes que no pueden costearse el tratamiento que requieren sus patologías ni tampoco otras necesidades básicas para subsistir.
Esta organización humanitaria fue fundada por Mohamed Ahmed Ali-Chergui, su presidente, y Mohamed Mohamed Abdesalam, vicepresidente, a raíz de conocerse por la compra de unas toallas que el segundo llevaba a Marruecos para personas necesitadas. Desde el primer viaje, ambos acordaron formar un equipo que funciona desde entonces, con centenares de casos atendidos en estos diez años.
“Ha sido una andadura dura, peleando por los enfermos y muy complicada. Pero la verdad con paciencia y mucha tranquilidad hemos logrado dar felicidad a muchos niños, mujeres y hombres”, explicó ayer Mohamed Ahmed Ali-Chergui, presidente de la organización, en la sede de calle Reyes Católicos 31. Su objetivo ha ido cobrando envergadura a medida que avanzaba su trayectoria. “No hay una ONG que se encargue de alguien desde que enferma hasta que se cura; resolviéndole los problemas en su casa porque no tiene para pagar la luz o comer”, afirmó Chergui. En definitiva, su labor social es “completa”. “Hasta hemos enterrado a los muertos”, añadió; “siempre que una persona llama a nuestra puerta, nosotros nos ponemos a su disposición”.
Los planes de futuro de ‘Enfermos Sin Fronteras’ pasan por la incorporación de voluntariado a su actividad. “Llevamos diez años trabajando, pero no tenemos cantera. Es la juventud la que tiene que venir a aprender y dejarles el testigo para que la ONG continúe; porque es un bien de nuestra ciudad”, resaltó Chergui.
Marwan, Nízar o Musa son algunos de los menores que han despertado la conciencia de los ceutíes durante la primera década de vida de ‘Enfermos Sin Fronteras’. Pero no son los únicos que necesitan ayuda. “Hay casos que salen bien y otros para los que es demasiado tarde”, lamentó Fátima Sohra Abdeselam Mustafa, secretaria de la ONG. Es el caso de Fátima, una niña con hidrocefalia. En la cara opuesta se encuentra Mohamed Reda, “el Hospital está suministrándole su factor porque es hemofílico, un tratamiento muy escaso en Marruecos”. Muestra de su mejoría es que, la primera vez que llegó a Ceuta, “iba en silla de ruedas, ahora va con muletas pero está bien”.  No obstante, la activista aclaró que “no todos los casos pueden ser aceptados, desgraciadamente. Muchas veces le decimos con impotencia a las familias que no puede ser, pero tienen que entender que la cuantía de las operaciones que nos demandan son imposibles de cubrir para nosotros”.
Quienes quieran contribuir con donaciones a la ONG ‘Enfermos Sin Fronteras’, ésta dispone de un número de cuenta que puede consultarse en su perfil de Facebook, pero los interesados también pueden inscribirse como socios con una aportación desde cinco euros con la periodicidad que deseen o bien contactar con las familias directamente.
La ONG también trabaja con el Fondo de Cooperación Internacional del Servicio Andaluz de Salud, al que solicita cobertura para menores marroquíes que se encuentran graves, como explicó Said Ahmed Mohamed, tesorero.
Sus fundadores recuerdan con orgullo la concesión de la Medalla de la Autonomía, por la que se sienten muy agradecidos. “Nos han reconocido con el distintivo gracias a esta labor, pero voy a ser sincero: que me dieran dinero para ayudar a los enfermos sería la mejor medalla de mundo”, reflexionó su vicepresidente.

Agradecimientos
Los integrantes de ‘Enfermos Sin Fronteras’ manifestaron su agradecimiento al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria; la Ciudad Autónoma; la Delegación del Gobierno; los consulados de Tetuán y Tánger así como a todos los ceutíes por la generosidad que demostraron durante la última década. También tuvieron palabras de afecto y gratitud hacia los doctores Rocha, Fossati y Rial, entre otros; así como a las farmacias Morte y Príncipe Felipe por su colaboración.