“Necesitamos que las personas se conciencien de que no estamos viviendo una situación normal”. El sector sanitario tiene las vivencias más duras de esta pandemia. No solo por los enfermos de COVID-19 sino porque además de lidiar con esto, han tenido que aguantar la histeria y la paranoia de muchos ciudadanos que no han entendido el lema #quédateencasa, acudiendo al centro para ver sus síntomas, para exigir atención sanitaria sin cita, rompiendo los protocolos establecidos y poniendo en riesgo la salud de los que nos han cuidado y siguen haciéndolo. “Hemos tenido momentos en los que nos hemos sentido amenazadas, inseguras y no por la enfermedad sino por la violencia de algunos pacientes que han acudido al centro y no entendían que no se les pudiera atender en ese momento sin ser una urgencia”. Con los EPIs o equipos de protección individual, con marcas de las duras y largas jornadas que no solo aparecen en la piel sino también como agotamiento psicológico, los aplausos diarios han animado a estos sanitarios a continuar y su vocación les ha dado la fuerza para seguir con más ímpetu en su labor. Pero siguen pidiendo concienciación a todos, siguen pidiendo colaboración porque “todavía queda mucho camino por recorrer para terminar con esto”.
Se ha escuchado mucho que tras este confinamiento, puede haber un baby boom para finales de año y así nos lo confirman: “Diciembre y enero van a ser unos meses de mucho movimiento. Las consultas de ginecología han visto un aumento considerable de mujeres que venían por haberse quedado embarazadas durante la cuarentena”. Otra clase de positivo, más optimista, tenía que traer una situación negativa como esta.
Ambas piden que los ceutíes se conciencien sobre la gravedad de la pandemia.