Ceuta, el resto de España y el mundo se han paralizado por la pandemia provocada por el coronavirus. Se extiende cada día más pero existe una forma de pararlo: quedándose en casa. Sin embargo, hace unos cuatro años y medio cuando aún podíamos movernos con total libertad, Natalia decidió emprender el vuelo y asentarse en otro país, Inglaterra, y en otra ciudad, Oxford, lejos de su añorada Ceuta.
Natalia San Agustín García nació en nuestra ciudad hace 30 años y como tantos cerebritos que se han marchado de España está trabajando en el John Radcliffe Hospital de Oxford “de lo suyo”, como auxiliar de Enfermería en la planta de intervención quirúrgica. Previsiblemente sin fecha de regreso aunque tenía previsto bajar a su país para finales de abril, pero “ahora con el coronavirus seguramente tenga que cancelarlo”, explicó a este periódico.
Sin embargo, Natalia relató que en Inglaterra “no hemos llegado a la cuarentena completa, aunque las calles se ven más vacías”. “La gente no está del todo concienciada del alcance de esto aunque ya se han registrado 422 muertes en todo Reino Unido”, insistió, tras lo que declaró que es cierto que en el hospital “están atrasando intervenciones e intentado desalojar algunas áreas porque la de infectados ya está llena”. “Si en España está todo cogido con pinzas, imagínate aquí que aún está empezando”, señaló.
“En Inglaterra no hemos llegado a la cuarentena completa, aunque las calles se ven más vacías”
Además, Natalia comentó que a consecuencia del estado de alarma en España derivado del coronavirus sus compañeros de piso “salieron corriendo para allá asustados” antes de que cerrasen definitivamente las fronteras, como es el caso actualmente. “En mi casa vivíamos seis españoles de alquiler y ahora estoy sola, pero cuando todo esto pase volverán ya que allí no hay trabajo para nadie”, continuó Natalia.
“En medio de esta crisis no tengo intención de bajar y aquí ya están comenzando a restringir los vuelos”, comentó, tras lo que insistió en que no tiene miedo de vivir esta situación en el país inglés. Aunque, lo que sí teme es que el hospital en el que trabaja es el “más importante de la región”, es decir, “los casos más graves vendrán aquí” y “de equipamiento de protección yo no he visto nada”.
Asimismo, Natalia es asmática, por lo que sería población de riesgo y “aunque vaya a trabajar con positivos, tengo que mirar antes por mí”, por lo que ha solicitado a sus superiores que le aseguren que va a poder hacer su trabajo con el equipamiento de protección necesario.
De esta manera, y aunque le gustaría mucho volver a su tierra, o por lo menos a su país, solo lo haría “en unas condiciones de trabajo buenas”, algo que “ve complicado” puesto que “aunque la profesión no esté muy bien valorada”, las condiciones de trabajo y el salario son “muchísimo mejores” que en España. Su intención en estos momentos es conseguir el settled settlement scheme o visado de trabajo que se otorga cuando el extranjero lleva más de cinco años allí, para poder seguir trabajando en Inglaterra “una vez concluya el Brexit”.
A pesar de todo, esta caballa echa de menos a toda la familia, también a los amigos, y cómo no, la comida española y poder ver el mar cada día.