La Central Diésel de Endesa en Ceuta, generadora de la electricidad que abastece a la ciudad., ha sido otra de la empresas cuyos servicios están contemplados como esenciales dentro del estado de alarma decretado por la pandemia del COVID-19 y las actividades exentas de paralizar su funcionamiento, dada la importancia de las mismas de cara al funcionamiento de servicios imprescindibles para la sociedad. La planta de generación de Endesa en Ceuta, como servicio esencial, no ha suspendido su actividad de producción de electricidad. El equipo de la compañía eléctrica se ha encargado de que no falte la electricidad en los hogares -auténticos refugios en el primer periodo de alarma- y las empresas que también han debido continuar su actividad, al ser consideradas esenciales.
Germán Canosa, responsable de operaciones, y Javier Caamaño, responsable de los servicios técnicos de la compañía en Ceuta, destacan que, desde el primer momento, la organización de los recursos humanos ha sido fundamental para hacer viable que la actividad de la planta continuara. Para ello, la primera medida tomada por Endesa fue aplicar el TFO -trabajo fuera de la oficina-: “sobre todo el teletrabajo se implanto en las actividades que podían ser desarrolladas fuera de las oficinas, como es el propio de oficina, trasladando sus propios ordenadores e incluso el equipamiento que les resultara necesario; todo con el objetivo de intentar que los trabajadores estuvieran lo más cómodos posible desarrollando su trabajo fuera de la oficina. Implantamos los protocolos higiénico-sanitarios incluso para aplicarlos en los domicilios”, explica Caamaño.
Independientemente de eso, una vez que se inicia el TFO, se utilizan también los mismos protocolos con los trabajadores de mantenimiento, “al contar con distintos equipos, se enviaron unos a casa y otros a la central de trabajo, de forma que siempre hubiera un equipo eléctrico y otro mecánico presencial, y otro en reserva, de modo que si se produjera algún caso de COVID, pudiera haber un reemplazo de personas ” , añade.
Por razones obvias, en los niveles operacionales de planta, este TFO era imposible llevarlo a cabo, resultaba imprescinble el presencialismo en los demás departamentos, donde además era imposible segregar el personal: “son turnos cerrados con equipos de cuatro personas y ellos mismos se van sustituyendo. Una manera de intentar que la interacción entre ellos fuera la menor posible, consistiió en disgregar el personal de operación, que son realmente los esenciales; son los que tienen que operar con las máquinas y son los puestos que están ocupados las 24 horas al día, de forma continua”, continúa Caamaño. Una forma de evitar el contacto fue -y continúa siendo- restringir el uso de vestuarios exclusivamente al personal de operación, solo podían entrar de dos en dos. Además, se separaron las vías de acceso al punto de trabajo, de manera que los trabajadores del equipo de operaciones entrara por un acceso diferente, minimizando así el contacto entre ellos.
Sin embargo, y dada la complejidad del desempeño de las funciones técnicas en la planta generadora de Endesa, otros aspectos se han tenido en consideración, al producirse una relación muy directa entre el equipo de mantenimiento y el de operaciones; para reducir el contacto entre ambos lo máximo posible se ha dispuesto de otros protocolos adicionales como la instalación de mobiliario donde el Equipo de Operaciones deja las órdenes de trabajo emitidas para el mantenimiento de las máquinas y donde el Equipo de Mantenimiento recoge estos mismos partes y procede a realizar las órdenes encomendadas.
En relación al día a día de la central, las nuevas tecnologías han ayudado mucho a la realización de las reuniones matinales de rigor donde, vía videoconferencia, cada responsable de los distintos departamentos - técnicos, operativos, mantenimiento o dirección- asiste y participa, física o virtualmente, en la programación del trabajo diario .
Ya de forma más genérica, Endesa ha incluido una serie de protocolos higiénico-sanitarios que incluyen recomendaciones de lavado de manos, uso de gel hidroalcóholico, mascarillas, equipos de protección individual para los trabajadores e incremento de los servicios de limpieza y seguridad. “Los EPI, al principio fueron algo escasos, por lo que se solicitó un buen uso de los mismos hasta que se pudieran reponer este suministro en cantidad suficiente”, destaca Caamaño. En estos momentos se ha potenciado y doblado la limpieza industrial, sobre todo del centro de control, que es el lugar más delicado y vital de la planta, donde se centraliza la operativa de la central. “El equipo de limpieza desinfecta el espacio de trabajado en cada cambio de turno”, añade.
Otro de los aspectos que ha sufrido modificación en su normal curso es el referido a la formación: “se ha suprimido de momento toda la formación presencial. En nuestra actividad en concreto, la formación se realiza de forma continua y se prevé su suspensión hasta final de año mínimo”, afirma Germán Canosa, responsable de operaciones de la planta.
Menor demanda
La compañía eléctrica, encargada de la generación de electricidad en Ceuta, si aprecia una bajada en la demanda de electricidad, durante el confinamiento más severo: “La suspensión de la actividad comercial, la bajada de la misma en instituciones y entidades públicas, centros educativos, establecimientos de hostelería, etc... han provocado una caída en la demanda de la energia”, afirma Canosa. Si bien ”la demanda de electricidad es complicada de preveer en una ciudad como Ceuta, pues está muy relacionada con el clima, el calor, los aires acondicionados... hay muchos factores en un sistema tan pequeño como el nuestro que intervienen a la hora de analizar la demanda”, precisa Caamaño.
Hay que buscar alternativa a esta fábrica de veneno y optar por energias como la solar, eólicas y las corrientes marítmas, que de eso si que tenemos y da para mucho!!!!
Fuera Ya!!!!!
No mas veneno vertido a la atmosfera!!!