Al borde de la insolación. Durante horas, atrapados en las colas hacia la frontera. Sin abandonar el coche por miedo a que el tráfico avance, sin un lugar cercano donde comprar agua o resguardarse del sol. Son tanto familias de viaje para pasar sus vacaciones de verano como conductores dedicados al transporte de mercancías. Personas con distintos intereses, pero un destino común: Marruecos, país soberano que hoy ha vuelto a ralentizar el tránsito por la frontera debido a los controles exhaustivos, como insiste la Delegación del Gobierno. Los pasajeros de la Operación Paso del Estrecho que han desembarcado este miércoles en Ceuta se han topado con las mismas retenciones y esperas que sus predecesores. Todos arrepentidos de haber elegido la línea marítima con la ciudad autónoma. En definitiva, malas experiencias donde, han asegurado, han tenido incluso encontronazos con las fuerzas de seguridad. Los ceutíes también se están viendo afectados por unas retenciones que han encarcelado a los vecinos de Loma Colmenar y han aislado al Hospital Universitario. Las medidas de las autoridades llegan tarde porque las colas de la frontera se han convertido ya en parte del paisaje y, tristemente, hasta en un reclamo turístico.