Por primera vez, la fiesta de Carnaval del CEIP Ramón y Cajal traspasa los muros del colegio y recorre las calles de la barriada. Los alumnos se disfrazaron de los protagonistas de sus historias favoritas: Alicia en el País de las Maravillas, el Soldadito de Plomo o Caperucita Roja. "El flautista de Amelín es un tipo muy pillín. Hace salir a los ratones desde todos los rincones. Un, dos, tres. Do, re, mi, fa, sol. ¡Todos los ratones perdemos el control!".
Con esta letra en clave de rap escrita por la maestra Pepita y la composición musical a cargo del profesor Juan Carlos, los alumnos vestidos de roedor de 3º de Primaria del CEIP Santiago Ramón y Cajal se volvían locos con la hipnótica melodía de este instrumento de viento. Este acto fue el colofón para los actos celebrados ayer con motivo del Carnaval.
El equipo docente, junto a los padres y madres de los escolares, organizó el pasacalles que discurrió ayer por la barriada de San José-Hadú. Purificación Muñoz, profesora de Primaria, explicó que todos los niveles del centro educativo participaron en la comitiva cuya temática común fue los personajes de los cuentos clásicos infantiles.
Los escolares vivieron una jornada muy especial llena de alegría, diversión, color y actividades que disfrutaron tanto los pequeños como los profesores, que también se disfrazaron.
Desde Preescolar de tres años hasta 6º de Primaria se vistieron de enanitos y gnomos en representación del cuento de Blancanieves; los pequeños de 1º y 2º se caracterizaron como los personajes de Caperucita Roja; los de 3 interpretaron a los ratones de la historia del Flautista de Amelín y los maestros al músico; los matriculados en 4º se ataviaron de soldaditos de plomo y los de 5º y 6º adquirieron la personalidad de los protagonistas de Alicía en el País de la Maravillas.
El desfile, que parecía surgir de las páginas de los relatos escritos por los Hermanos Grimm y Hans Christian Andersen, comenzó sobre las 12.00 horas en el patio central para abandonar los límites del centro escolar y marchar por la barriada. La comitiva multicolor animó a los vecinos, que se asomaron a los balcones y salieron a los portales para contemplar a los seres que habitan en los sueños de los niños.
El séquito compuesto por animales mágicos, naipes y otros seres fantásticos atravesaron el puente que conduce a la Plaza del Coso como si caminaran sobre un arco iris. Ya en la explanada, la megafonía instalada permitió que los menores continuaran con la fiesta. "Es la primera vez que los actos del colegio traspasan sus muros y los alumnos festejan el Carnaval en las calles", destacó Muñoz.
Durante el paseo, además de estar acompañados por los docentes, los pequeños pudieron compartir esta jornada de puertas abiertas con sus progenitores. "Nuestra intención fue desde el principio implicar a las familias en la confección de los disfraces", señaló Muñoz, quien añadió que el trabajo junto a los profesores "da como resultado un pasacalles brillante".
De regreso al colegio, el alumnado protagonizó el plato fuerte de la festividad en el Ramón y Cajal: los pequeños, reunidos en el patio central, cantaron temas relacionados con los cuentos que interpretaron. Sin olvidar que, al estar en Carnaval, los niños entonaron las canciones tradicionales de esta celebración.
Los organizadores experimentaron el estrés propio de la planificación de un acto de estas características, donde los detalles deben estar medidos al milímetro, especialmente, al contar con niños. "Todo ha salido a la perfección. Estamos muy contentos con el resultado", indicó la profesora de 3º de Primaria. También el director del Ramón y Cajal, Francisco Raposo García, se disfrazó para compartir la jornada con los estudiantes.
Severiano Carballo, secretario de la AMPA, expresó su satisfacción por la asistencia y la aceptación que el pasacalles tuvo entre los padres y vecinos. El representante de los progenitores también agradeció la colaboración de Hamed Chaib, vocal de esta entidad además de ser el presidente de la barriada Bermudo Soriano.{galerias local="20130216_26_27" titulo="Enanitos, ratones y naipes desfilan en un pasacalles de cuento"/}