En respuesta a Carmen Echarri

En la edición de El Faro del pasado miércoles, día 22 de enero, la directora del mismo publica un escrito sobre el problema de los polígonos del Tarajal en el que hace referencia a Caballas de modo peyorativo, diciendo que “ayer se dieron cuenta de que existe el Tarajal”. Caballas es un grupo profundamente respetuoso con las críticas. Estamos convencidos de que forma parte de la esencia de la democracia. Así mismo, comprendemos que todo cuanto hacemos, en tanto que partido político, es susceptible de ser valorado libremente por los medios de comunicación o los ciudadanos. No obstante, y por la consideración que tenemos a la directora de El Faro, nos ha resultado muy llamativa, por injusta, la crítica. Al respecto, queremos exponer muy brevemente lo siguiente:
Caballas elevó al Pleno de la Asamblea la propuesta de crear una comisión (existe en la actualidad) para analizar los problemas de los polígonos y encontrar soluciones. Los representantes de Caballas estuvimos presentes, junto a los vecinos, en la movilización por la rehabilitación de la escalera. Presentamos una propuesta al Pleno que fue retirada a petición del presidente para dar un margen de confianza a las administraciones y evitar más crispación. En el mes de diciembre, a instancias de Caballas se reunió una comisión municipal en la que Caballas propuso que se dignificaran las condiciones en las que se atendían a los clientes; en concreto, pedimos que se instalaran servicios, agua potable, área de descanso con sombra y asientos, que se garantizara la presencia policial y la limpieza. El pasado viernes, día 17 de enero, mantuvimos una reunión con el consejero de Medio Ambiente en la que se nos dio cuenta del estado de todas estas reivindicaciones. Desde que comenzó a empeorar la situación, Caballas ha visitado en dos ocasiones los polígonos, entablando contacto directo con empresarios de las naves y con el presidente de uno de los polígonos. Nos pusimos a su disposición para poner en marcha alguna iniciativa, y los propios empresarios nos comunicaron que todo estaba muy confuso y que aguardáramos hasta que hubiera un criterio unánime entre todos los empresarios y comprobar si había alguna reacción por parte de las autoridades.
El pasado martes, cuando supimos del cierre de las naves, nos volvimos a personar en el polígono. La directora de El Faro ha tenido conocimiento de este hecho de manera fortuita. Fue una mera coincidencia en el tiempo con un redactor de El Faro. Caballas no se dedica a hacer pública toda su actividad. Para nosotros lo primordial es hacer cosas, no contarlas. Quizá por eso, la directora de El Faro no sepa todo lo que de manera sucinta acabamos de relatar, a lo que podríamos añadir infinidad de gestiones telefónicas y conversaciones con consejero, el presidente,  miembros de la Fuerzas de Seguridad y empresarios de la zona. Es probable que la actuación de Caballas en este caso, como en otros, sea criticable, quizá insuficiente, o incluso errática; pero es radicalmente injusto decir públicamente que Caballas no se ha interesado en este asunto.