Un padre se mide por los gestos, detalles y forma de comportarse. Por eso siempre intenta sobreproteger a su “prole” para que tengan todo lo que sus “poquitos” digan o quieran decir.
Sus oídos tampoco pueden escuchar cosas que le puedan poner en apuros a sus sentimientos. Por eso cuando el timón de la vida cambia radicalmente hay que ocultar en la manera de lo posible el “mal” que le está destruyendo la vida para que nadie de los que te quieran puedan pasar de un estado de felicidad a unos momentos de penas.
“Ya tendrán tiempo en la vida que les queda en pasar malos ratos”.
Esto debió de pensar nuestro compañero Vicente Ruiz Martín para dejarnos huérfanos de su presencia el pasado sábado día 13 de diciembre a los 64 años de edad.
Hace unos días le vi por la Calle Real pletórico, con su forma de ser. Su timbre fuerte que parecía que quería que todo el mundo se enterara de la conversación, preguntó por mi hijo enfermo y parecía que estaba muy bien.
Fue un gran palo el que me dieron cuando me comunicaron que el ‘Boca’, como familiarmente sed se le conocía dentro de la Guardia Civil, había fallecido en la madrugada. Ese hombre, que en la Asociación AUGC y antes en COPROPER, se había dejado la vida por todos nosotros buscando soluciones a cada problema que teníamos.
Que se iba a la calle y encontraba ayudas para sus compañeros en las diferentes empresas, en forma de descuentos. Que nos tenía la asociación abierta para que nadie quedara desatendido.
Ese pedazo de “pan” ya no lo tenemos entre nosotros.
Ya el día a día será un poco más duro para esta plantilla. Un fuerte abrazo amigo y compañero.
Como tú no hay dos iguales.
No lo digo yo, sino todos los que han trabajado contigo.