Las tres personas que estaban acusadas por su participación en un delito contra los derechos de los extranjeros quedaron en la mañana de ayer en libertad. Se trataba de un matrimonio y otra familiar. El varón quedó condenado a dos años de prisión por ocultar a un inmigrante, pero la condena quedó suspensa al no tener antecedentes. Por su parte su esposa y una familiar que viajaban en el vehículo que este conducía, y en donde la Policía encontró a un indocumentado en noviembre del pasado año, quedaron absueltas.
El letrado Manuel Martínez Selva defendía a los tres acusados en una vista judicial que se celebró en la Audiencia y que terminó con los tres imputados puestos en libertad.
El condenado, Ali E.H., reconoció a preguntas del Ministerio Fiscal que ocultó a un indocumentado en la parte trasera de su vehículo, tapándolo con una maleta, pero sin que la misma le impidiera respirar ni supusiera riesgo para su vida. Tampoco ha quedado demostrado que cobrara un dinero por ese pase; de hecho en la vista celebrada ayer dijo que decidió esconderlo en su coche por hacerle un favor.
Las dos mujeres también acusadas negaron saber nada de lo que estaba haciendo el condenado. La sentencia fue leída in voce y se le advirtió al condenado de que durante el tiempo de la condena no podrá delinquir, además de que no podrá estar en territorio español en ese mismo periodo, dos años.