En busca de una identidad patrimonial única

Ceuta es intercultural y aunque asimilar ese concepto pueda conllevar numerosos beneficios, las desventajas no han desaparecido. En el concepto de identidad patrimonial, son más visibles incluso que en otras áreas y sobre esa idea se intenta trabajar estos días en el VIII Encuentro de Defensa del Patrimonio Cultural que a nivel nacional, en esta ocasión, se desarrolla en la ciudad autónoma con la participación de una quincena de personas pertenecientes a diferentes asociaciones que velan por el patrimonio de diversas regiones españolas.
Cuando hace un año Septem Nostra propuso ser anfitriona del encuentro, la idea fue bien acogida por SOS Monuments, la entidad de origen catalán que organiza estos encuentros desde hace casi una década. Los asistentes al encuentro, que emplaza la sede de conferencias en el Museo del Mar, permanecerán en Ceuta hasta el próximo martes analizando la situación actual del patrimonio cultural y percibiendo la realidad que respira la ciudad autónoma al respecto, a través de conferencias, puestas en común, visitas a diferentes lugares y elaboración de las pertinentes conclusiones.
En la inauguración del encuentro, el presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera, expuso una visión global sobre el patrimonio cultural de la ciudad que no dejó indiferente, tal y como comentaron posteriormente, a ninguna de las asociaciones presentes, desconocedoras en la mayoría de las ocasiones “tanto de la riqueza cultural como de la monumental de la ciudad, logrando aglutinar Septem Nostra ambas opciones para su defensa” tal y como destacó la presidenta de la asociación Ben Baso. Pero a primera vista, para el vicepresidente de SOS Monument, Salvador Tarragó, Ceuta no escapa de los criterios de intervención en determinados monumentos, basados en los abstracto “y que ridiculizan la propia arquitectura patrimonial”. Como ejemplo, las Murallas Reales, a las que calificó como “un volumen de cartón piedra en el que se han encajonado los cañones y que ha simplificado y ridiculizado un monumento espectacular”. No se callan, para eso se han reunido las diferentes entidades que han destacado en la jornada inaugural la importancia de “no estar sólos y compartir nuestras inquietudes para darnos cuenta de que somos muchos los que luchamos por estas causas”.  Todos, tratarán de ayudar a Septem Nostra a sumergirse en la idea de identidad patrimonial, un concepto que preocupa a la entidad que defiende el patrimonio de la ciudad porque “inmersos en esta interculturalidad es complicado sentir como propios ciertos elementos patrimoniales”. Pérez Rivera ha explicado que Ceuta es una ciudad con una dilatada historia porque muchas culturas han ido dejando su impronta que se ha visto materializada en diferentes bienes “y existe cierta selección de manera inconsciente en cuanto a lo que cada uno siente como propio”. Los ejemplos son claros: un cristiano puede sentir más identidad patrimonial con la catedral o con las Murallas Reales y un musulmán por la mezquita de Sidi Embarek o por los Baños Árabes. Concepto de Humanidad
A eso se une la globalización y el fenómeno de la inmigración que trae consigo cierto desarraigo. “Siempre hemos dicho que el valor identitario es importante para el patrimonio y un senegalés, por ejemplo, insertado en este espacio, quizá no pueda comprender o sentirse identificado con este patrimonio”. Por ello, desde Septem Nostra se aboga por transcender a un plano superior dejando de lado este tipo de cuestiones “ubicándonos en un lugar desde el que podamos ver y sentir que  todos estos elementos, sean de la cultura que sean, pertenecen a un concepto más amplio, que es el concepto de humanidad”.
Por ello insiste en que se han globalizado muchos conceptos como el económico pero aún no se ha globalizado el concepto de Patrimonio a pesar de existir el hecho de conceder la distinción de ‘Patrimonio de la Humanidad’, más por el valor del monumento en cuestión que por el universalista que debe ser la esencia de esa figura.
Por ello, y para evitar polémicas estériles como las que se dan en ocasiones a raíz de la aparición de restos arqueológicos, Pérez Rivera explicó que “es necesario despolitizar el patrimonio y tomarlo tal como es, indistintamente del origen del mismo, porque no estamos hablando de un baúl en el que metemos lo que nos interesa o nos gusta, y sentimos como nuestro. El patrimonio va más allá. Existe un sólo baúl y hay que marcar distancias. El patrimonio es de la Ciudad y hablamos de la historia de una ciudad. Somos portadores temporales de ese patrimonio y debemos luchar por conservarlo a las siguientes generaciones”. LAS CINCO ASOCIACIONES PRESENTES EN EL ENCUENTRO “La Administración no nos quiere ver, ayudar o tan siquiera escuchar” Unidos a la causa con el objetivo de defender un castillo que comenzaron  a destruir primero despojando al museo de diferentes piezas y que ahora se enfrenta a la destrucción arquitectónica. Los Amigos del Castillo de Montjuic se hacen cada vez más visibles en la defensa del patrimonio, en este caso monumental y defienden el servicio de las administraciones a la ciudadanía, que para ser escuchada debe unirse en asociaciones “a las que no quieren ver, ayudar o tan siquiera escuchar”. Ellos se hacen oir. “Con el presupuesto público se llevan a cabo  cosas catastróficas” El vicepresidente de la entidad organizadora de los encuentros, habla con pasión de la causa y anima a luchar “contra las intervenciones basadas en criterios modernos y abstractos que ridiculizan la propia arquitectura patrimonial”.
Durante el encuentro ha recordado que no puede permitirse que con el presupuesto público se lleven a cabo ejecuciones de resultados catastróficos y que “los gobiernos desconfían de nosotros porque nos ven como oposición y aportamos cosas y hay que recordar que nuestra misión es defender el patrimonio aunque nuestra posición frente a la administración sea desagradable por ser críticos y denunciar para salvaguardar ese patrimonio”. Tarragó valoró la calidad y la gran riqueza de la arquitectura militar que salpica cada rincón de la ciudad autónoma y en concreto, reflexionó sobre el trabajo de Septem Nostra, destacando el valor del Museo del Mar “por el cariño y la ilusión con la que está montado”. “Nacimos para defender un barrio y lo conseguimos salvar” La Asociación Histórica Retiro Obrero, nace con la intención de defender un barrio ante las pretensiones de los nuevos planes de ordenaciones urbanas de las ciudades, en este caso, de Sevilla. “Lo conseguimos salvar”, explica el presidente de la entidad, Basilio Moreno, ejemplo de lucha y de que si se une la ciudadanía, se pueden conseguir muchas cosas, entre ellas, salvar el patrimonio cultural y arquitectónico de los barrios que conforman las ciudades. Ahora tienen varios frentes abiertos. “Estamos contentos con este encuentro” Satisfecho de que el encuentro se haga este año en Ceuta, desde la asociación ceutí han tratado de mostrar la riqueza monumental y natural de la ciudad y los peligros a los que se enfrenta. “El planeta desde hace tiempo está pidiendo contención” Pese a que muchas asociaciones se centran en un trabajo localista, la vicepresidenta de una de las asociaciones andaluzas más reivindicativas en cuanto a defensa de patrimonio, asegura que unirse a nivel nacional en este tipo de encuentros es importante. Durante el encuentro Ávila valoró la contención de gasto que demuestran edificios como el del Museo del Mar “que muestra cercanía, un gran trabajo de corazón y contención, algo que nos está pidiendo el planeta desde hace tiempo”.