En alerta roja

El 64% de las aulas con más de 25 alumnos por clase. 500 alumnos extra matriculados este año rompiendo cualquier previsión estimada. Falta de centros y guerra sindical contra la dirección provincial. No son los mejores ingredientes para cocinar una educación con garantías, pero es la que ahora hay.

507. Ese es el número que ha terminado por convertirse en la pesadilla del director provincial de Educación, Aquilino Melgar. 507. Esos son los nuevos alumnos que se han matriculado en este curso 2010/11 cuando el Ministerio pensaba toparse con poco más de trescientos. Las previsiones han fallado y la educación ha entrado ya en alerta roja. No hay suelo para construir nuevos colegios y el más cercano a la vista es el de Loma Colmenar que no estará, como mínimo, antes de dos o tres años. Y eso con la esperanza por bandera.
La inspección trabaja ya en buscar las causas de esta situación. Se podía prever un aumento de unos cien escolares pero no de 500. La demografía influye en el caso de las escolarizaciones de niños de 3 años, en donde ha habido un aumento en cien matriculaciones, lo que se hila directamente con el boom de natalicios que se registra en la ciudad. Pero resulta llamativo que se hayan registrado, por ejemplo, 109 matriculaciones en 2º de Primaria ó 86 en 4º. En los niveles intermedios de Infantil y Primaria se ha registrado un incremento de 400 alumnos. ¿Por qué? En algunos casos se trataría de menores trasladados desde la Costa del Sol, tras la llegada de familias castigadas por la crisis. Pero no todos son así, podría haber casos de marroquíes residentes en la península que tras obtener los papeles llegan a Ceuta y se traen a sus hijos que mantenían en Marruecos. De confirmarse una presión de este último sector, la masificación que se registre en el campo educativo para los próximos años puede ser aún peor.
El Ministerio lo sabe y dispone de pocas armas para hacer que el panorama del futuro inmediato sea algo más benévolo.
Los colegios actuales carecen de espacio físico para construir más aulas. Además están viejos. Se piensa en aulas temporales o prefabricadas, que difícilmente podrán absorber ese incremento de alumnado, ¿y el terreno? En esas está el Ministerio que trabaja en lograr una cesión temporal de terrenos propiedad del estamento militar.
Hasta esa salida se ha llegado para solucionar la grave situación en que se encuentra el ámbito educativo. Una situación que critican los sindicatos pero que incluso forma parte de la crítica oficial del propio Ministerio que traslada a Madrid sus peticiones, subrayadas en rojo, para que sean atendidas.
Para hacerse una idea del problema en mayúsculas que afecta al sistema educativo no hay más que bosquejar una comparativa. Si este año la dirección provincial se ha topado con 507 escolarizaciones, ha tenido que absorber tantos alumnos como un centro de tipo medio completo, sin que se cuente con él. De los 32 centros que hay en Ceuta, trece de ellos no llegan a los 500 alumnos en el total de la matriculación.
El panorama es grave y la consecuencia directa se traduce en una ratio más elevada, con aulas que tienen más de 27 alumnos. El Andrés Manjón sigue siendo el centro que se salva de la ‘quema’ con una presión menor al no conseguir quitarse la etiqueta de ‘centro no deseado’ por los padres.
La situación es digna de análisis. Y el pesimismo la domina, afectando a un sistema educativo que, directa o indirectamente, afecta a todos los ceutíes.
Melgar no oculta su preocupación por el estado de la enseñanza. Al menos así se refleja en la ristra de artículos de opinión publicados en este medio. Tampoco lo hacen los sindicatos, que lamentan el crítico estado al que se ha llegado. Aunque, eso sí, cada uno lo hace desde su punto de vista enfrascados en un conflicto virulento que tiene como telón de fondo la eliminación de la Semana Blanca del calendario escolar y la inminente celebración de elecciones sindicales en el sector.
Los más de 10.000 alumnos escolarizados en Infantil y Primaria en Ceuta baten todos los récords. Representan una barrera que, se teme, quedará en mera anécdota para el curso escolar venidero. ¿Cómo se podrá aguantar con las deficitarias infraestructuras actuales los siguientes cursos?
Esa es la pregunta que ronda en las cabezas de los pensantes de la dirección provincial. Lo grave es que resulta complicado encontrar respuestas.
El centro de Loma Colmenar, que aliviaría buena parte de la presión, se encuentra en un eterno bloqueo. El último trámite llevado a cabo se ciñó al cambio de calificación del terreno que debe pasar a ser patrimonio del Estado para poder construir. Tras esa cesión se toparán con un terreno complicado en el que hay que construir una base firme de la nada para levantar un colegio que, por su orografía, estará marcado por los problemas.
De solucionarse este escollo, la solución llegaría tarde. Urge la edificación de nuevas infraestructuras. Eso y arreglar las que ‘se caen’. Ahora se ha encargado otro estudio patológico del Vicente Aleixandre, fiel reflejo del abandono en que se encuentran algunos colegios. Y eso que llegan inversiones de Madrid, si las mismas faltaran, la situación sería aún peor.
Las administraciones han permitido que el toro les pille. Este inicio del curso escolar ha venido marcado por la polémica. La primera en la frente: la falta de limpieza. La consejera de Educación, Mabel Deu, se atrevía a negar una realidad: que buena parte de los centros estaban sucios, hasta el punto de que algunos directores se han negado a firmar los partes de la empresa de limpieza encargada de estos menesteres. Y siguen sucios, de hecho se teme que el parte correspondiente a la limpieza de septiembre tampoco obtenga la rúbrica de algunos responsables de centros. La prensa lo ha publicado, pero la Consejería lo desconoce. Como tampoco dispone de información del mal estado de algunos colegios aunque el mantenimiento sea de su competencia.
El caso del Vicente Aleixandre es el más claro, pero otros centros le siguen en la lista de abandonos.
Con tan nefasta tarjeta de presentación no hay fecha en el calendario para un encuentro con el ministro del ramo,Ángel Gabilondo, solicitado por el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, tras el encuentro mantenido, hace unas semanas, con el delegado, José Fernández Chacón.
Encima de la mesa tiene los informes, con el sello de la dirección provincial, de los problemas enquistados en la educación ceutí que Madrid debe desbloquear. De ello depende que el futuro de la educación amanezca menos oscuro que como está en la actualidad.

Diez claves para entender la situación

1.¿Qué datos de escolarización?
Las previsiones manejadas por la dirección han caído en saco roto. Este año se han topado con 507 alumnos más escolarizados en comparación con el pasado año. Una estadística que rompe cualquier organización y que, se teme, se repita e incluso aumente para el curso venidero. Con ese temor la dirección está trabajando ya en el sistema de organización para el curso próximo cuando recién ha comenzado el 2010/11.

2.¿A qué se debe esto?
Encontrar una explicación es complicada. La crisis ha podido influir en el regreso masivo de familias con hijos, pero también puede haber un grupo llegado de Marruecos.

3.¿En qué cursos ha afectado más la presión de escolarizados?
En Infantil se ha producido el incremento normal que viene marcado por la demografía pasándose de 1.087 niños matriculados en 3 años en 2009/2010 a 1.172 este curso. Pero eso no es lo llamativo, lo curioso es que ha habido repuntes inesperados en Primaria. Por ejemplo en 2ª con 109 alumnos o en 4º con 86 y en 6º con 79. ¿De dónde son estos escolares? Esa es la cuestión que ha terminado por convertirse en un auténtico quebradero de cabeza sin que tenga un culpable.

4.¿Qué espacio existe en los centros?
El agotamiento de la superficie es cada vez mayor. Se intentan sacar aulas de donde no las hay, pero al final un colegio da lo que da. Ante esto se baraja la posibilidad de crear aulas prefabricadas, pero para eso también es necesario buscar espacio y hay que tener en cuenta que esa construcción no será de la noche a la mañana. La merma en los colegios es clara e incluso los hay que carecen de espacio físico para poder construir. Se está trabajando en la vía de obtener suelo militar para parchear una situación que, al menos,dé cabida a una población que va en aumento.

5.¿Con qué recursos se cuenta?
El Ministerio conoce la realidad o al menos debe conocerla puesto que recibe informes del agotamiento en infraestructuras que se lleva sufriendo años y que en este ha sido notorio. Hace falta colegios pero no hay suelo. La Ciudad no ofrece terreno para la construcción y el que está ahora encima de la mesa, el de Loma Colmenar, no será una realidad visible al menos hasta dentro de un par de años. Y eso si no surgen problemas de última hora. La crisis paraliza la adquisición de nuevos solares al Ministerio que no pueden ser abonados por la Ciudad.

6.¿Cómo se traduce en las aulas la falta de colegios y espacio?
Directamente en una mayor presión. La ratio se agrava. El 64% de las aulas tienen, este curso, más de 25 alumnos por clase y de ellas, el 26% tiene incluso más de 27 alumnos. No está demostrado científicamente que la ratio elevada influya en el fracaso escolar pero sí se estima que no debiera superar los 25 niños por cada clase. En todos los colegios se está superando a excepción del Andrés Manjón.

7.¿Qué pasa con los recortes?
La dirección insiste en que se ha producido una merma en 15 profesores, debido a los recortes ordenados por el ministerio, pero en cambio, argumenta, existe más apoyo. Se mantiene que Ceuta y Melilla han tenido el mínimo de recortes en relación a otros puntos del país.

8.Sin acuerdo en el sistema
La dirección provincial se enfrenta a un momento de lucha con los sindicatos, preferentemente con CCOO, que se ha trasladado a los medios.

9.El calendario escolar
La desaparición de la Semana Blanca del calendario escolar se erige en el caballo de batalla en un momento de enfrentamiento en el que hasta el Foro de la educación amanece dividido y marcado por sectores de distinta presión.

10.Solución a corto plazo
De momento la creación de aulas prefabricadas está encima de la mesa, pero para ello urge la disposición de espacio. La construcción de colegios está bloqueada ante la falta de suelo. La crisis influye en la adquisición de terrenos, de hecho la Ciudad tiene paralizadas las actuaciones previstas en los solares adquiridos a Defensa por falta de liquidez.