“En agosto se creará en Ceuta una unidad fija de guías caninos”

El oficial de Policía Juan José Pérez habla en una entrevista con este medio de esta especialidad y explica el proceso de adiestramiento que se lleva a cabo con los perros El pasado viernes, agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) desarrollaron en el Centro del Mayor una exhibición de la labor que realizan los guías caninos, una actividad organizada por la Secretaría de Participación Ciudadana. En esta se impartió una pequeña charla sobre las distintas especialidades con las que cuenta el CNP, se explicó en qué iba a consistir la práctica, se realizó una demostración de cómo el perro localiza explosivo escondido en una maleta y se habló del proceso de adiestramiento. El oficial de Policía, jefe de la Unidad de Guías Caninos de Algeciras, Juan José Pérez Solís, explicó a este medio en qué consisten los servicios que realizan los guías con sus perros y cómo se trabaja con estos.
–¿Qué hacen exactamente en Ceuta?
–Llevamos yendo a Ceuta cinco años con los perros. En principio fuimos con el de explosivos y más adelante comenzamos a ir con el de droga e inspección de billetes. Principalmente, los servicios que tenemos asignados son de carácter preventivo, sobre todo en materia de explosivos. Siempre tenemos una serie de requisas, como la frontera y los centros oficiales. Con el de droga prácticamente trabajamos en la frontera.
–¿Cuenta Ceuta con una unidad de guías caninos?
–No, en la actualidad venimos agentes adscritos a otras unidades, yo concretamente a la de Algeciras. Pero en breve sí se va a crear la unidad en Ceuta, ya de hecho hay compañeros que han salido destinados pero todavía no se están ocupando las plazas. En cuestión de un mes, a mitad de agosto, se prevé la creación de una plantilla fija en Ceuta de guías caninos perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía.
–¿Cómo trabajan mientras se crea la unidad?
–Ahora mismo estamos permanentemente en Ceuta. En la actualidad estamos comisionados en periodo de 15 días prorrogables, y en agosto ya se creará la unidad fija.
–¿Con cuántos perros contará esta?
–De momento seis. Serán perros que trabajen en materia de explosivos y drogas, y el de drogas detecta también billetes, relacionados con el blanqueo de capitales. Los guías que irán destinados a Ceuta vienen de otras plantillas, entonces van con sus perros. Cuando cambiamos de destino los perros se vienen con nosotros. Nada más llegar ya podrán empezar a hacer el servicio.
–Droga y blanqueo de capitales, delitos muy comunes en Ceuta.
–Sí, y sobre todo se ha introducido la especialidad del perro de droga porque es un complemento: siempre que estamos en un registro de droga es interesante también encontrar el dinero.
–¿Se cubrirá mediante una convocatoria interna?
–Sí, un concurso específico de méritos.
–¿Cómo se trabaja con estos perros y cómo es el adiestramiento?
–Como norma solemos coger los perros de cachorro, hacemos la socialización y la adaptación al medio. Después hasta que el perro tiene una cierta edad su trabajo es simplemente jugar con el juguete que más le guste, bien sea la pelota o el rodillo, y adecuarlo al medio de trabajo: si se va a mover mucho en la frontera, pues adecuarlo a este lugar. Es un asunto de socialización, para que de mayor esté acostumbrado a ruidos y mucha gente para que después no tenga ningún tipo de miedo. Una vez completada esta etapa, que más o menos es hasta los ocho o nueve meses, empezamos el adiestramiento con el explosivo o la droga.
–¿En qué consiste este adiestramiento?
–La gente muchas veces nos pregunta si damos droga a los perros para enseñarles a trabajar. Esto no es así. Adiestramos con un juguete, es decir, el premio. Cuando el perro encuentra el explosivo sabe que le va a venir un premio, que es la pelota o el rodillo. Entonces, el trabajo se basa en una asociación, es decir, el perro asocia que donde está el explosivo o la droga está también su juguete, de hecho cuando se inicia el adiestramiento se enfoca por esa vía. El adiestramiento de explosivos y droga es simplemente una asociación de olores de la sustancia con su juguete. Con las prácticas asocia que donde está la droga está su juguete, lo que pasa es que con el tiempo se quita este y se deja solo la droga. Después, al perro se le enseña a marcar, que en el caso de droga es rascando y en el de explosivo sentándose, y se le da el premio en ese momento, es decir, su juguete.
–¿Existen razas mejores que otras para un determinado trabajo? Tengo entendido que el pastor belga malinois es uno de los mejores para estos cometidos.
–Sí, con el que yo hice la exhibición es una pastor belga malinois. Esta raza se ha puesto de moda en los últimos años, antes tampoco era muy conocida. Siempre se ha utilizado más el pastor alemán, porque es un perro que aprende muy rápido y tiene un buen temperamento. El malinois se utiliza también mucho a nivel deportivo porque es muy rápido y le gusta mucho morder, pero también está dando muy buenos resultados. De todas formas tampoco buscamos una raza concreta sino un perro que reúna las cualidades: que le guste mucho jugar, tenga ansiedad por el juguete y, sobre todo, que no tenga ningún tipo de miedo. Teniendo estas cualidades, cualquier perro nos vale. De hecho, el mío de explosivos es un malinois y el de drogas es un braco alemán, que es de caza.
–¿Cuántos años trabajan estos perros?
–En el caso del pastor alemán los solemos jubilar a los ocho años, aproximadamente, porque ya empiezan a tener problemas articulares, y en el del malinois un poco más tarde. De norma, a los diez años los solemos jubilar, y ya después o bien volvemos al inicio y cogemos un cachorro o bien solicitamos al Servicio Central de Guías Caninos que nos envíe un perro de compra, por ejemplo un pastor alemán con dos años, y lo iniciamos nosotros en la especialidad que necesitemos.
–¿Es difícil establecer el vínculo entre el adiestrador y el perro? ¿Tiene que ser siempre la misma persona la que trabaje con el animal?
–Tiene que ser la misma persona. Cada guía tiene sus perros y somos bastante celosos a la hora de que otro coja nuestros perros. Estos están acostumbrados a sus guías porque cada uno premia de una forma y le habla de una manera distinta. Como norma general no se utilizan los perros de otros compañeros, porque con otro guía no iba a trabajar igual que con el suyo. Y en cuanto al vínculo,  cuando es cachorro se va creando poco a poco con el juego y la socialización. Cuando cogemos un perro adulto siempre tenemos un mes, aproximadamente, para crear el vínculo. En este no ejercemos presión alguna sobre el perro, no trabajamos la especialidad, solo creamos el vínculo.
–¿Supone un refuerzo para las unidades policiales incorporar estos perros?
–Sí, sobre todo en localidades como Ceuta o Campo de Gibraltar. La inmensa mayoría de guías caninos que hay en España se concentra en Andalucía. La provincia de Cádiz tiene en Cádiz capital, La Línea de la Concepción, Algeciras y ahora también en Ceuta. En esta zona hay muchísimo trabajo, brutal, por asuntos de drogas , haciéndose también servicios con carácter preventivo de explosivos.
–¿Hay perros detectores de humanos para trabajar contra la inmigración ilegal?
–Sí, en Algeciras tenemos dos y la especialidad se llama Localización de Personas Ocultas (L.O.P.O.). Prestamos servicio en el puerto y su labor es detectar personas que vienen ocultas, sobre todo en camiones y autobuses. En veranos obtenemos resultados impresionantes, porque están localizando todos los días a personas ocultas.