La red de gasolineras Afriquia, propiedad del ministro de Agricultura y Pesca, Aziz Ajanuch, ha sufrido caídas del 5,97%
El boicot que perfiles anónimos en redes sociales como Facebook ha pedido contra empresas como Leche Centrale, Sidi Ali y Afriquia (leche, agua y gasolineras) cosecha sus primeros impactos socioeconómicos. Por un lado, el apoyo al boicot es absoluto en encuestas de la red. Por el otro, algunas compañías ya sufren los efectos de esta medida ciudadana en la bolsa marroquí.
Así lo ha constatado la agencia EFE, que da cuenta de cómo en la Bolsa de Casablanca abrió esta semana con duras pérdidas para Afriquia Gaz y Central Danone (5,97 % y 5,69 % respectivamente).
Sin embargo, ante el silencio de los medios oficiales del país magrebí y de los responsables de las tres empresas, no existen cifras contrastadas sobre el impacto económico del boicot.
Una encuesta realizada por "averty.ma" entre el 28 y 29 de abril sobre una muestra de 1.072 personas mostraba que el 79,8 % de los encuestados apoyan la campaña de boicot, lo que da una idea de su éxito.
Se da la circunstancia de que la empresa láctea pertenece en un 5 por ciento al consorcio industrial del Mohamed VI (el 91 por ciento es de Danone); el agua Sidi Ali es de la familia de Miriem Bensalah-Chagroun, presidenta de la patronal marroquí y cercana al monarca; y Afriquia es del ministro de Agricultura y Pesca, Aziz Ajanuch, íntimo del rey y tercera fortuna del país.
También políticos de varias tendencias se sumaron al bando de apoyo al boicot: la líder del izquierdista Partido Socialista Unificado (PSU, oposición), Nabila Munib, llamó a una reforma del modelo de desarrollo del país para un "reparto equitativo de las riquezas".
"(El boicot) es el grito de jóvenes maduros cansados de la confusión entre el poder político y económico, de la tiranía, de la corrupción y del monopolio que reina en el país ante la ausencia total de una competencia transparente", denunció.