La Unidad Logística nº 23 honra la memoria del soldado Antonio Güeto que murió durante las tareas de extinción de un incendio en el polvorín de El Renegado.
El valor del sacrificio reunió ayer a una representación de la Comandancia General de Ceuta en la conmemoración del XXXI aniversario del fallecimiento en acto de servicio del soldado Antonio Güeto Ramos en la plazoleta bautizada con su nombre, en la confluencia de las calles Enrique el Navegante y San Juan de Dios. Este efectivo de la Unidad de Automovilismo perdió la vida el 24 de julio de 1982 durante las tareas de extinción del incendio que se produjo en las proximidades del polvorín de El Renegado como consecuencia del accidente que sufrió el camión aljibe que ocupaba. En el mismo suceso resultó herido Sergio Pérez del Valle, efectivo de la misma Unidad.
Frente al monumento erigido en recuerdo del soldado Güeto, el coronel jefe de la Unidad Logística número 23, Ricardo María Espíritu y Navarro, presidió este homenaje castrense en el que pronunció unas palabras en recuerdo del difunto. “Perteneció a uno de esos llamamientos de españoles que abandonan sus estudios o quehaceres profesionales para incorporarse a las Fuerzas Armadas, en cumplimiento que de las leyes vigentes que se amparaban en el precepto constitucional de la defensa de España como derecho y deber de todos los ciudadanos”, expuso el coronel jefe. Cuando cualquier tipo de amenaza perturba la tranquilidad de los españoles, Espíritu y Navarro garantizó que encontrarán a sus militares dispuestos a sacrificarse por ellos. Como aquel fatídico día en el que éste se revistió de incendio. En reconocimiento a estos hechos, la Ciudad Autónoma y la ciudadanía concedieron a los soldados Güeto y Pérez del Valle, conductor del aljibe, la Medalla de la Ciudad en su categoría de plata en 2007.
“El 24 de julio de 1982, la misión fue la protección de los ciudadanos de Ceuta. Por ellos, las unidades de la Comandancia General dejaron sus quehaceres diarios para afrontar el peligro. Por ellos, Güeto ofreció su vida”, indicó el coronel de la ULOG-nº 23.
Emotiva ofrenda floral
Dos soldados depositan un ramo en el monumento dedicado al desaparecido
En reconocimiento al servicio prestado por el soldado Antonio Güeto Ramos, natural de Onteniente (Valencia), el coronel de la Unidad Logística nº 23, Ricardo María Espíritu y Navarro, dedicó unas palabras al efectivo fallecido. Tras la alocución, dos soldados depositaron un ramo de flores, adornado con una cinta de la Bandera Nacional, a pie del monumento dedicado a su memoria en la plaza que recibe su nombre en la intersección de la avenida San Juan de Dios y la calle Enrique el Navegante. Fue el momento más emotivo del acto, al que continuó el responso a cargo del capellán castrense. Al homenaje asistieron además el jefe de la Compañía y un oficial de la Plan Mayor de Mando así como suboficiales de la ULOG-23 y otros miembros de la tropa. Los asistentes acudieron uniformados como merece un reconocimiento de estas características y dada la solemnidad del tributo a un soldado caído por la defensa de su país.
Alocución oficial
Una profesión no exenta de riesgos ni renuncias personales
Ricardo María Espíritu y Navarro, coronel jefe de la Unidad Logística nº 23, señaló que la profesión militar “no está exenta de riesgos, ni de renuncias personales. Los que formamos parte del Ejército lo debemos de tener bien asumido. El sacrificio de la vida en el cumplimiento del deber no es un acto inconsciente, si no el fruto de una madurada decisión individual. Es precisamente la ausencia de temeridad lo que le confiere al valor su propia esencia”. La defensa militar de España es el verdadero motivo por el que “nos encuadramos en los Ejércitos”, apuntó Espíritu y Navarro; “y esta defensa es, en su sentido más amplio, la seguridad de los españoles”. El coronel puntualizó que para demostrar las “virtudes de nuestra institución no es necesario que tengamos que hacer uso de las armas. Basta que el mando nos requiera en cualquier misión, allí estaremos cumpliendo órdenes”.
Una cita anual
Antiguos mandos apoyan a su familia que mantiene el amor por España y sus Ejércitos
Además del coronel jefe de la Unidad Logística nº 23, Ricardo María Espíritu y Navarro, asistieron Antonio Damián Traverso, comandante en el momento del suceso, y Antonio Izquierdo, sargento al mando. Los tres coincidieron en alabar la figura de Antonio Güeto Ramos, soldado de la Unidad de Automovilismo y homenajeado en la mañana de ayer. “Aquellos ciudadanos-soldados por un tiempo dieron mucho en sus mejores años de juventud al servicio de la Patria”, destacó; “como Güeto, algunos de ellos también ofrendaron sus vidas; entre ellos uno de sus hermanos”. Este representante de la Comandancia General subrayó que, a pesar de este “enorme sacrificio, la familia, sus padres –ya mayores– mantienen inquebrantable su amor a España y a sus Ejércitos”. También asistió una comisión de la ULOG compuesta por varios integrantes.
En la plaza bautizada con su nombre
Concentración en las inmediaciones del monumento que honra su memoria
El acto tuvo lugar, como es tradición, en la plazoleta bautizada con el nombre del difunto situada en la intersección de la avenida San Juan de Dios y la calle Enrique el Navegante. Antes de proceder al breve relato de los hechos y la alocución del coronel de la ULOG 23, los asistentes se concentraron en las inmediaciones del monumento con el que rinden homenaje a Antonio Güeto Ramos –el cual fue posible por suscripción popular e impulsado por El Faro en 1982– por el sacrificio que hizo por los ceutíes y su país. “Este acto demuestra que nos acordamos siempre de quienes nos han precedido en nuestras mismas filas, que no abandonaremos nunca a los nuestros en cualquier situación en la que se hallen, y que estimamos su ejemplo. El sacrificio en aras de la Patria nunca resulta estéril”, expuso Ricardo María Espíritu, coronel de la ULOG 23.