Once años. Los que el Globe ha estado en el puerto de Ceuta. Primero en el Muelle España y, desde hace varios años, en el muelle de la Puntilla.
Ya sólo le quedaba un muelle para pasar por todas las partes del recinto interior de la Autoridad Portuaria de Ceuta, un destino que se cumplió ayer mismo.
Pero no. No se trataba de una vuelta de tuerca más al espinoso asunto del tristemente famoso ballenero en esta ciudad, sino que más bien se puede decir que es un motivo de alegría. En el momento en que una grúa desplazaba el casco de este ballenero de una punta a otra del Puerto, significaba que ya nunca más el buque se hundirá en las aguas de Ceuta. Era llevado al varadero, donde la mayor parte de su casco permanece hoy día sobre el nivel del agua. Un casco que ya es casi exclusivamente metálico (ya se puede respirar tranquilo, ya no hay riesgo de incendios), y por fuera se puede ver la gran cantidad de vegetación que se ha formado en la parte exterior del casco.
Ahora, el proceso será el mismo. Los responsables del desguace, que comenzó en febrero, no se atreven a aventurar una fecha en la que estará terminado, pero por lo menos ya se puede saber que lo importante está hecho. Por lo menos, ya no ocupa un espacio de atraque que podría ocupar otro barco, por ejemplo.
Las estimaciones son que, del Globe, se puedan sacar unas 300 toneladas de chatarra, aunque se trata sobre todo de hierro, de manera que no es tan valioso como si fuera, por ejemplo, cobre. El mayor problema que ha tenido la Autoridad Portuaria de Ceuta para encontrar a alguien que se hiciera responsable de este desguace ha sido el alto coste que supone para una empresa traer desde Algeciras el material necesario para realizar la operación, ya que no se puede traer a través de la frontera con Marruecos al no existir una aduana comercial. Este mismo barco, en un puerto peninsular, por ejemplo el de Vigo, hubiera tenido una salida mucho más fácil que la que aquí por fin ha existido.