“El transporte está en un momento delicado por muchos motivos”

La competencia desleal y la falta de controles son dos aspectos que han provocado que la ciudad haya perdido en los últimos años casi el 50 por ciento de las licencias de transportistas profesionales.

Fue el primer distribuidor en nuestra ciudad de Harley-Davidson, de lo cual se siente orgulloso. Y lo hizo en una época donde la importación de vehículos de alta gama se había convertido en su principal modo de vida.
Sin embargo, la devaluación de la divisa provocó que dejara esta ocupación y decidiera apostar por otro empleo: transitario (agente de aduanas). Entró a formar parte de la empresa Transportes y Mudanzas de Ceuta (Mudatrance), donde ocupa actualmente el cargo de gerente.
Afianzado en su nuevo empleo, desde hace cuatro años es el presidente de la Asociación Profesional de Transportistas, donde reconoce que la situación del sector es “delicada” por una serie de factores que han influido muy negativamente en el colectivo, entre ellos la competencia desleal y la falta de medidas por parte de las autoridades para frenar esta situación.
Por ello, en una entrevista que no tiene desperdicios, destaca que en los últimos años se han perdido casi el 50 por ciento de las licencias de transportistas profesionales y que, de continuar por este camino, el panorama puede ser peor si no se adoptan medidas. El que avisa, como se suele decir, no es traidor.

–Empezando por el principio, ¿cómo vino tu padre a esta ciudad?
–Estaba afincado en Madrid y lo destinado al cuerpo de Ingenieros del Estado. Aquí conoció a mi madre y se establecieron aquí, hasta el punto de que durante más de veinte años ejerció como delegado de Industria, un cargo que abandonó cuando se jubiló hace quince años. Desde el año 1982 vivimos en la Plaza de los Reyes y estudié en el colegio de San Agustín.
–¿Por dónde encaminas tus estudios?
–Hacia la ciencia, de hecho me fuí a Granada donde hice dos cursos de Farmacia pero luego opté por el mundo de los negocios.
–¿Por qué este cambio de mentalidad?
–Establecí en Ceuta la empresa BMM-Motors con la cual importé más de 300 automóviles de alta gama durante unos cuatro años que estuve al frente de este negocio. Tenía sucursales en Gibraltar y Marbella porque el dólar valía 90 pesetas, compraba los automóviles nuevos en Estados Unidos y estuve viajando por todo centro Europa, además de que me pasé dos años residiendo oficialmente en Gibraltar. Hasta que el dólar se puso a 140 pesetas estuve dedicado a este empleo, desde el año 1989 hasta 1992.
–¿Fue un negocio productivo?
-Sí, además hacía lo que me gustaba, es decir, pilotar y comerciar con coches de alta gama de marcas como Porsche, Corvette, Ferrari, Pontiac o Excalibur. Tuve un local en la Residencia África con cuatro automóviles en exposición, además de ser el primer distribuidor en la ciudad de Harley-Davidson.
–¿Dejas con pena esta actividad?
–Sí pero los negocios no pueden tener sentimientos ya que la compra de automóviles en Estados Unidos ya no era un negocio rentable por el cambio de divisas. Por ello, cerré las tiendas de Ceuta, Gibraltar y marbella y decidí tomarme un año sabático aunque mi madre me convenció para que realizar un Master en Dirección de Empresas.
–¿Para qué te sirvió el Master?
–Para relacionarme con mucha gente, entre ellos Luis Márquez con el que consolidé una amistad que acabó siendo un proyecto de trabajo como Mudatrance que dura desde el año 1992.
–¿Qué consideras que has aportado a Mudatrance?
–Mudatrance ya existía hace treinta años. Yo entré como auxiliar administrativo por mis conocimientos en mecánica y motor y conseguí una bajada de costes de taller de diez millones de pesetas en un año. Luego asumí otras responsabilidades y a los tres años me ocupé del cargo de gerente de la sociedad.
–¿Cuándo apruebas como transitario o agente de aduanas?
–En el año 2001 hice unas pruebas de acceso para transitario y aprobé, por lo que también aporté el título de agente de aduanas a la sociedad.
–¿Cuál es el cometido de un transitario para los no entrados en la materia?
–Es un agente de aduanas que se encarga de formalizar los documentos necesarios para importación y exportación de cualquier mercancía en régimen comercial.
–¿Qué momento atraviesa el sector de transportistas?
–Muy crítico, sobre todo por la competencia desleal, ya que el sector tiene que hacer frente a muchas personas que actúan de forma irregular que carecen de licencia y permisos, además de no pagar los impuestos.
–¿Por qué se produce esta situación?
–Por una parte es falta de voluntad política y que se dote a la ciudad de agentes de transportes para que no ocurran irregularidades, es decir, que se adopten medidas igual que con los taxistas piratas.
–¿Qué practicas ilegales se deben frenar a corto plazo?
–Hay que intentar que los vehículos ligeros no vengan con sobrecarga, de ahí que se deben adoptar medios de control. También se debe reconocer a los transitarios que podamos obtener esa subvención por hacer el despacho de aduanas, igual que tienen los agentes de aduanas, a los cuáles les corresponde una asignación económica que no tienen los transitarios.
–¿Es fácil o complicada esa regulación?
–Creo que es fácil porque está hecha en Europa y Ceuta forma parte de la Unión Europea.
–¿Por qué te haces cargo de la Asociación Profesional de Transportistas con este panorama?
–Porque existía una clara falta de liderazgo y fuí el único presidente elegido por unanimidad de todos los asociados (en torno a cuarenta). En Ceuta han desaparecido casi el 50 por ciento de las 178 licencias de transportistas que había porque la gente ha dejado los camiones de carga.
–¿Por qué se ha llegado a este bajón de licencias?
–Por el abandono de la actividad por falta de rentabilidad o quiebras que se han producido en un momento muy difícil para los transportes, que encima carecemos de subvenciones.
–¿Cómo lo hacen los que subsisten?
–Porque se diversifican o fusionándose ya que el sector está muy mal. No obstante, en la península sucede lo mismo ya que somos de los más ruinosos de toda Europa porque de las 4.000 empresas censadas en  nuestro país como agencia de transportes más de la mitad se componen de un solo camión.
–¿Crees que la normativa actual no ha apoyado lo necesario a este sector?
–Sí, la normativa no ha sabido proteger ni defender este sector. La gente no es consciente pero sí lo comprenderá cuando sepa lo que sufren cuando tienen que cruzar el Estrecho una familia con su vehículo, es decir, el coste del transporte es caro.
–¿Ha afectado la apertura del puerto Tánger-Med?
–A la carga de mercancía no afecta pero sí a la de pasajeros porque el Tánger-Med es un puerto con aguas para dieciséis metros, por lo que le hace daño a Algeciras porque son barcos con grandes contenedores.
–¿De qué te sientes más orgulloso al frente del colectivo profesional?
–De los compañeros de la asociación donde quedamos unas treinta personas así como del apoyo del equipo que forma el Pleno de la Confederación de Empresarios. En el lado negativo me entristece la falta de visión del empresario de transporte en esta ciudad.
–¿A qué te refieres con esa falta de visión?
–Lo ideal sería legalizar el sector y evitar el intrusismo así como un marco normativo para desarrollar nuestra labor con costes e ingresos sostenibles.
–¿Influye la situación fronteriza con Marruecos?
–El 60 por ciento de la mercancía sale por el Tarajal y eso se hace con medios no adecuados ya que los vehículos están en mal estado y algunos en condiciones deplorables. Además, hay furgonetas sin seguro y sin contrato, es decir, es una economía sumergida que hace daño.
–¿Cuál es ahora tu principal caballo de batalla?
–Que se equipare a los transitarios con los agentes de aduanas porque es un decreto firmado por la Ciudad Autónoma sobre este asunto.
–¿En qué afecta la retirada del primer barco de la mañana por Acciona?
–Afecta en todo porque las mercancías vienen en régimen de grupaje y no es normal empezar a funcionar a las siete y media de la mañana que hacerlo a las once de la mañana. El Estado debe imponer este servicio que es necesario para no depender tanto de Marruecos en determinadas cosas.
–Por último, ¿Qué te gustaría conseguir para el sector?
–Que sea una actividad digna, reconocida y legislada para que el empresario pudiera ser más competitivo.