Durante una visita a la Estación de Bombeo de San Amaro emisarios del Acuaes informan del proyecto, sufragado con fondos europeos La Estación de Bombeo de San Amaro recibió en la mañana de ayer la visita de los representantes de la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas de España (Acuaes), dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente, desplazados a Ceuta con motivo de la reunión del Comité de Seguimiento del Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para el periodo 2007–2013.
La EBAR es, precisamente, una de las infraestructuras ejecutadas con financiación procedente del FEDER, al igual que ocurrirá con la futura instalación del sistema de secado térmico, cuya licitación saldrá, como informó José Luis Del Pozo, director territorial de Acuaes, en el mes de julio, "para que la obra esté adjudicada en noviembre con un plazo de ejecución de doce meses, con lo que estaríamos hablando que a finales de 2014 estaría funcionando el secado térmico". "Es la idea que barajamos", añadió Del Pozo, "con unos plazos suficientes para cumplir los compromisos de los Fondos Europeos que hemos adquirido", partida que alcanza "algo más de cuatro millones de euros, que más la aportación de la Ciudad para completar la obra, es suficiente", valoró.
De tal modo, y mientras que se acometa la obra de secado térmico, ayer se pudo comprobar el resultado de la Estación de Bombeo, cuyo funcionamiento y entresijos detalló Gema Romero, miembro de la empresa constructora que ha ejecutado tanto la estación depuradora de Santa Catalina como la citada de bombeo de San Amaro.
"El bombeo", detallaba Romero desde la puerta de acceso a la estación, "recoge todas las aguas residuales de Ceuta que llegan por un colector hasta el pozo de gruesos y luego son retratadas y bombeadas a la depuradora. Allí sufren el proceso de tratamiento adecuado para depuración y una vez depuradas vuelven a bajar por otra conducción, ya en condiciones de calidad, y es aquí donde cargan los camiones el agua tratada que se usa para riego y baldeo de las calles de Ceuta".
La experta, quien aseguró que "la instalación siempre permanece cerrada para evitar olores", añadió, para seguir el hilo del mecanismo que hace posible el bombeo, que "el agua, una vez quitados los gruesos, pasa a las bombas, que son cuatro, para ser expulsada a la depuradora, donde tiene un tratamiento primario y otro secundario. Posteriormente, el agua que se utiliza para riego y baldeo, tiene también un terciario. Despúes es clorada para eliminar todos los patógenos y ya se usa para el riego de los jardines".
¿Y qué ocurre con el agua que no es no es utilizada ni para riego ni baldeo? "Es evacuada al mar por un emisario submarino que saca el producto a dos kilómetros de la costa y ya ahí se diluye", responde Romero, para añadir que "todo responde a un sistema que cumple con las condiciones de vertidos de la UE".
Por último, Romero indicó que "las aguas residuales de Ceuta llegan por los colectores con un nivel de sólidos (de trapos, de toallas, etc) que en algunas ocasiones cuando ha habido lluvia, la reja de gruesos, en mayor medida que en otras plantas, se tapona, de modo que tiene que funcionar rápidamente los tamices, que evacuan todos los residuos que trae el agua", concluyó.