El especialista mostró los riesgos y explicó cómo eludir los accidentes de este tipo. Javier Delgado, médico, participó ayer en la charla sobre pesca en apnea que organizó el CAS, aportando un punto de vista médico al asunto y advirtiendo sobre el síncope submarino.
–Usted participa en estas jornadas aportando un punto de vista médico...
–Concretamente he hablado sobre la fisiopatología del síncope de la apnea de los siete metros, que es la causa más frecuente de los accidentes que ocurren entre las personas que practican esta modalidad de pesca.
–¿Este problema puede llegar a causar la muerte?
–No. Esto no causa la muerte. De esto no se ha muerto nadie. Las personas que fallecen lo hacen por ahogamiento, pero de esto no se fallece. Se trata de un tipo de problema evitable y, como evitable que es, merece la consideración de que se trate en esta clase de charlas para que las personas que lo pueden sufrir sepan cómo afrontarlo y prevenirlo poniendo los medios adecuados. Sí es cierto que la consecuencia inmediatamente posterior al síncope es el ahogamiento, pero él no es causa directa de la muerte.
–¿En qué consiste esta clase de síncopes?
–Es muy largo de explicar, pero para resumir diré que se trata de un juego presiones entre el oxígeno y el anhídrido carbónico dentro de la sangre motivado por el cambio de presión al que se somete un buceador cuando asciende. Esto provoca una falta de oxígeno en el cerebro que termina provocando el desmayo de la persona que lo sufre. Evidentemente, si el buceador no ha sido capaz de salir fuera del agua antes del momento del desmayo pasado un breve periodo de tiempo terminará respirando y tragando agua y, por consiguiente, ahogándose. Por eso decía antes que no causaba la muerte directamente. Pero insisto que se trata de algo que podemos evitar. La clave está en flotar y que en el momento de respirar no se trague agua.
–¿Cómo puede un buceador evitar sufrir este síncope?
–Hay una serie de medidas que se han comentado aquí como un correcto lastrado, soltar los plomos cuando comienzas a sentir los síntomas del síncope y, sobre todo, lograr flotar. Evidentemente si no has soltado los plomos, estás lastrado, y te vas hacia el fondo no vas a poder hacer nada. Este uno de los errores que suelen cometer algunos buceadores inexpertos.
–¿Qué síntomas tienen quienes van a sufrir un síncope de la apnea de los siete metros?
–Los síntomas son muy claros. Lo primero que tiene un buceador que va a sufrir este tipo de síncopes es una sensación de picor por todo el cuerpo, la vista se nubla, tiene una serie de espasmos abdominales y, ya después, se produce una pérdida de memoria.
–¿Este problema es común en los buceadores?
–Es algo muy común. Más de lo que nos imaginamos. Alguna vez he visto en la televisión a los profundistas haciendo una prueba de descenso y que al salir a la superficie tienen los síntomas que yo he descrito. La diferencia es que a ellos les da el síncope, pero flotan. Porque suben sin plomos y tienen un equipo de buceadores alrededor que los atienden rápidamente. No se mueren, claro.
–Ahora que usted lo menciona, supongo que el hecho de ir acompañado a la hora de hacer pesca en apnea es muy recomendable...
–Evidentemente. El hecho de bucear por parejas en fundamental. Precisamente nuestro compañero Quico lo ha comentado hoy. Es muy importante, pero entendiendo bien lo que significa hacer pesca por pareja. Tiene que haber una persona en la superficie y otra bajo el agua. No vale que estén buceando y pescando las dos personas a la vez. Si se produjera cualquier problema en esas circunstancias el que está al lado puede hacer muy poco. De la otra forma hay más margen de maniobra para ayudar.
–¿La práctica de pesca submarina en apnea es muy común?
–En Ceuta es una práctica muy habitual. No puedo concretar el número de participantes que hay, pero sí que está creciendo mucho en los últimos tiempos. Sobre todo entre la gente joven. De hecho, las muertes que se han venido dando estos años se ajustan al perfil que los estudios que hay sobre este tema destacan. Se trata de chicos jóvenes, fuertes, que llevan poco tiempo, que no conocen sus límites y se comen el mundo.
–¿Cuáles son los motivos de estas muertes?
–Yo creo que el desconocimiento es uno de los motivos, pero también la falta de reglamentación, que no esté tipificada en ningún tipo de enseñanza y que no te digan cuáles son los riesgos. Uno aprende de forma autodidacta y a base de golpes. Lo suyo es tener al lado alguien con experiencia que te guíe. Los jóvenes deberían ser conscientes de cuáles son los riegos, cómo se pueden evitar.