La escasez de efectivos para La Soledad motivan la decisión. Las chicas sacan el primer paso.
La Cofradía del Santo Entierro realizará, un año más, estación de penitencia por las calles de nuestra ciudad, y lo hará presentando una novedad que es de lamentar: únicamente procesionará el paso de Nuestro Señor Jesucristo pero no el de Nuestra Señora de la Soledad por falta de cuadrilla, como confirma para el decano el hermano mayor, Mariano José Cerdá Peral: “No ha podido ser”, se resigna a indicar.
En cualquier caso, y aunque no sea de manera completa y por partida doble, habrá presencia de la Hermandad en las calles de la Ceuta cofrade. Lo hará, eso sí, padeciendo los achaques propios de la crisis: porque, al igual que en la pasada Semana Santa, la situación no le ha permitido emprender ninguna empresa que conlleve un desembolso económico. Además, a las dificultades financieras se suman ahora otras de carácter burocrático. El resultado es que por uno y otro motivo, este año tampoco hay novedades reseñables, más allá de la mencionada, de carácter negativo.
La ausencia de costaleros en el paso de la Virgen ha supuesto un mazazo para el hermano mayor, que abrigaba esperanzas de que la Virgen pudiera salir a procesional hace tan sólo una semana, en declaraciones para El Faro: “Este año creo que no habrá ese problema, aunque hasta última hora no se sabe”, señalaba entonces Cerdá, “estamos ensayando y de momento va bien. Aunque después, cuando llega el último día o el penúltimo ensayo, empieza la gente a aflojar”, como así ha sido finalmente.
Y es que según el hermano mayor, “los viernes es más difícil contar con personal porque cuando llega el miércoles, la gente se va y se queda esto desierto. Y a los costaleros les pasa igual”. El Jueves y el Viernes Santo son los días fuertes de las procesiones, pero “la juventud coge y se va cuando terminan el martes o el miércoles. Tiran para Sevilla o Córdoba”, según Cerdá. Por desgracia, los casos contrarios de incorporaciones inesperadas de costaleros ceutíes que regresan de la península son menos numerosos. Aunque, según Cerdá, existen: “Hay costaleros y costaleras que están estudiando fuera, que vienen por Semana Santa y se unen al paso a última hora, aunque tienen el sitio reservado”. Sin embargo, estas incorporaciones previstas no son tan numerosas como las ausencias inesperadas.
Los inconvenientes ya golpearon a la Hermandad en la Semana Santa de 2015, pues entonces la imagen de Nuestra Señora de la Soledad salió en un pequeño palio con una docena de costaleros.
Donde no se hay ningún problema por la ausencia de costaleros es en el paso del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo. No los hubo hace un año y tampoco los hay esta Semana Santa. La razón de que en este caso no escaseen los voluntarios está clara para Cerdá. “Ocurre que son niñas y no salen en ningún otro paso. Los niños salen el domingo, el martes, el miércoles... y después, para el viernes, ya no hay niños”, señala. Tampoco faltarán a su cita con el paso del Santo Entierro su capataz, Eloísa Barbancho, que volverá a contar con el apoyo de las contraguías Mónica Fuentes y Rebeca González.
Por otro lado, este año los costaleros se han visto obligados a empezar más tarde con los ensayos. “Nos ha cogido mal la novena de San Francisco Javier, que ha sido del 4 al 12, por ello los pasos se metieron el día 13 por la noche”, explica Cerdá para concluir antes del gran día de la Hermandad.
