El Rey recibió la Medalla de la Ciudad en una audiencia que concedió a la entonces Corporación municipal presidida por Ricardo Muñoz Rodríguez. Fue la vibrante jornada del 29 de noviembre de 1982, cuando D. Juan Carlos recibió la Medalla de Bronce de la Ciudad en el transcurso de la audiencia que el monarca concedió en el Palacio de la Zarzuela
a la Corporación Municipal presidida entonces por el alcalde Ricardo Muñoz Rodríguez, y en la que estuvieron presentes también nuestros parlamentarios.
Se daba así cumplimiento al acuerdo plenario que, por aclamación, se había adoptado el 5 de mayo de 1980, que venía a recoger la más alta distinción que la Ciudad puede conceder: la Medalla de Oro y Brillantes, Medalla que, por deseo expreso del monarca, se materializó definitivamente en bronce por haberlo querido así el soberano en un gesto más de esa sencillez que le caracteriza.
“La decisión del Su Majestad de aceptar tan solo la Medalla de Bronce determina que este acto, al tiempo que representa una modificación de la naturaleza material de la distinción - dotándola de una austeridad castrense que los ceutíes sabemos entender –, lo impregna de un claro sentido ideológico, al transformar la brillantez que antaño solía rodear a la realeza en tono apagado pero fuerte, sólido y fiable de bronce, expresión de las virtudes de este pueblo español”, dijo el alcalde Muñoz Rodríguez en el acto, quien subrayó también el deseo que el mismo se hubiera podido haber celebrado en Ceuta, con el fin de que el aspecto puramente protocolario quedara enmarcado en medio del fervor popular.
Tras agradecer la Medalla, D. Juan Carlos entre otras cosas expresó que “desde hace tiempo tanto la Reina y yo deseamos visitar Ceuta, que visitaremos”, recalcó.
Por último y dirigiéndose al alcalde el monarca dijo: “Señor alcalde, transmita al pueblo ceutí mis saludos y afectos. El visitar Ceuta, [reiteró], es deseo tanto de la reina como mío.”
Estaba claro el deseo de D. Juan Carlos I de venir a nuestra ciudad, tal y como vemos en los testimonios textuales de aquellas palabras suyas.
Al terminar el acto protocolario, el Rey hizo un ademán para que los concejales que se mantenían a prudente distancia de él se pudieran acercar. Como decíamos más arriba, allí estaba prácticamente la Corporación entera ya que en Ceuta sólo se quedaron ‘de guardia’ dos ediles: José María Albert y Bernal Álvarez.
Ya en conversación informal el monarca se interesó por la repercusión que para Ceuta supondría la apertura de la verja de Gibraltar, recibiendo al final de la audiencia de manos de Ricardo Muñoz Rodríguez un amplio dossier de los temas más acuciantes para la ciudad, en concreto los referidos al transporte marítimo, economía, inversión pública y la inminente apertura de la Verja.
Se le entregó también una placa a Don Juan Carlos
Hubo una entrega más en esa jornada histórica. Además de la Medalla de Bronce de la Ciudad y el título correspondiente, la Corporación Municipal entregó en aquella fecha histórica del 29 de noviembre de 1982 una placa conmemorativa a S.M. el Rey D. Juan Carlos I con el siguiente texto:
“El Ilustre Ayuntamiento de la siempre Noble, Leal y Fidelísima ciudad de Ceuta, recogiendo el sincero sentimiento del pueblo ceutí, en su sesión plenaria y extraordinaria celebrada el 5 de mayo de 1980, acordó por aclamación otorgar la Medalla de la Ciudad, en su categoría especial de oro y brillantes, a Su Majestad el Rey de España, Don Juan Carlos I, en prueba de gratitud, lealtad y reconocimiento.
Por deseo expreso de Su Majestad se hace entrega de una Medalla de Bronce. Y para que así conste, se extiende el presente título en Ceuta, a 25 de junio de 1980.
El alcalde, Ricardo Muñoz Rodríguez.”