“El restaurante del hotel al final no se ha cerrado y permanece abierto”

Pedro Fernández Olmedo llegó a nuestra ciudad hace cinco años y medio y no llevaba mucho tiempo cuando tuvo que hacer frente al almuerzo que se celebró con motivo de la visita a nuestra ciudad de los Reyes de España. Lo cierto es que superó con matrícula de honor el acontecimiento. Ahora se nos marcha después de ser considerado como uno de los mejores directores que ha tenido el establecimiento hotelero en sus casi cincuenta años de historia. No lo ha tenido nada fácil, porque estamos en crisis y ha tenido que lidiar con un ERE que le ha supuesto más de un disgusto, pero la falta de presupuesto la ha solventado con fórmulas imaginativas que han logrado la consecución de objetivos importantes como que haya un gran número de reservas para la celebración de eventos, que los ceutíes vivan también diariamente el Parador, que los clientes marroquíes se acerquen a pernoctar al establecimiento hotelero, etc...Se puede decir sin ningún género de equívocos que ha sido una labor muy brillante.
-¿Qué balance puede hacer de sus más de cinco años al frente del Parador?
-La nota final la tienen que poner los demás. Por lo menos, tengo el convencimiento de lo que he hecho ha sido lo mejor posible en una doble tarea. Por un lado, que el producto Paradores y que el establecimiento Hotel La Muralla estuviera en las mejores condiciones posibles. Desgraciadamente, vivimos tiempos difíciles y el presupuesto no es el que yo hubiera querido. Dentro de las limitaciones si que hemos hecho obras importantes que a simple vista de los clientes no se observan, aunque para el funcionamiento del establecimiento hotelero son imprescindibles. Y por otro lado, tratar de coordinar el equipo de trabajo y mantener un clima dentro de las condiciones laborales para que ello se transmita también al cliente que, en definitiva, es el eje de nuestro trabajo y nuestro objetivo esencial.
-Usted también ha intentado que el Parador esté en perfecta sintonía con la ciudad…
-Efectivamente, uno de mis objetivos era que el Parador no viviera de espaldas a la ciudad, que se acerque. En ese sentido hemos hecho el trabajo que hemos podido para que fuera una realidad.
-En el año 2017 el Parador cumplirá cincuenta años. ¿Necesita de una reforma en profundidad?
-Se construyó en el año 1967 y en el año 1989 se amplió el número de habitaciones con una nueva planta. Necesita de una reforma y lo cierto es que estaba prevista para el cuatrienio 2007-2011 cuando yo vine, pero las circunstancias de gestión de aquel entonces, la inversión se ha ido posponiendo y ahora mismo nos encontramos en una situación difícil. El presupuesto ahora mismo no es el que haría falta, pero existe en el pensamiento de Paradores, en la actual Presidencia, la idea de que el Parador se tiene que reformar.
-Comentaba antes que uno de sus objetivos había sido que el Parador viviera de cara a la ciudad y pienso que lo han conseguido, porque son muchos los eventos que allí se celebran.
-Es un trabajo que hemos intentado hacer y seguimos en ese camino. Ahora mismo se ha reformado la carta del restaurante, porque el mismo sigue abierto tanto para las celebraciones como para el día a día. En ese reforma de la carta hemos puesto en marcha un menú del día por quince euros, con dos platos y postre. Por otro lado, hemos introducido las tapas, que antes no las teníamos. Nos estamos actualizando y lo cierto es que tenemos un equipo de cocina con mucho conocimiento y muy hábil en el mundo culinario. Siempre estamos trabajando para que el cliente no solamente venga al Parador para los eventos especiales, sino que estamos abiertos en el día a día.
-¿En cuánto a las pernoctaciones se incrementa el número de ciudadanos marroquíes que vienen a comprar y que se quedan en el hotel?
-Afortunadamente sí. Siempre he sido un defensor, desde que vine, sobre que una de las primeras fuentes del turismo individual en Ceuta es Marruecos y en ese sentido vemos que cada vez que hay fiestas en Marruecos o algún tipo de eventos se acercan a Ceuta. La verdad es que se está trabajando muy bien tanto por parte de la Ciudad Autónoma como por el Centro Comercial Abierto en ofrecer las mejores condiciones y nosotros colaboramos para que ese cliente se encuentre entre nosotros de la mejor manera posible. Ahora mismo, el sesenta y tres por ciento de nuestras pernoctaciones provienen de Marruecos. Estamos hablando de estancias entre uno y tres días.
-¿Desde su experiencia qué le falta a Ceuta para convertirse de verdad en un destino turístico?
-Tenemos las condiciones de sobra, desde el turismo náutico, senderismo, turismo cultural, turismo militar, gastronomía. Lo que hace falta es difusión de la realidad de Ceuta, porque en la Península la gente tiene un estereotipo de Ceuta muy alejado de la realidad. Tener el convencimiento todos los ceutíes de que Ceuta es y debe ser un destino turístico. Hacer un acto de fe de que seremos capaces de conseguirlo muy pronto.
-¿Cómo ha quedado al final el ERE y los despidos?
-Han sido cinco bajas voluntarias, tres despidos que ha sido la parte más negativa y que me ha costado mucho trabajo personalmente y seis personas que han tenido reducción de horario. Mirándolo desde el punto de vista impersonal ha sido la solución menos gravosa, pero desde el punto de vista personal nunca es la solución más agradable, porque a nadie le gusta despedir a tres personas. De todas maneras, han quedado treinta y cuatro personas de manera fija y por supuesto han quedado abierto todos los servicios.
- Al final no se ha cerrado nada.
-Han quedado abiertos todos los servicios de restauración, de cafetería y de habitaciones. Hay mucha confusión en la ciudad, porque muchas personas piensan que están cerrados, sino todo lo contrario.
-¿Cuándo llega su sustituto?
-Llega hoy hacia las dos de la tarde. Se llama Alberto San Sebastián Vázquez y viene del Parador de Gijón donde era director. Es una persona joven, tiene cuarenta y cuatro años. Ha estado en muchos paradores destinado y con una gran experiencia. Ha sido el jefe de recepción más joven que ha salido de la Red de Paradores. San Sebastián era director del Parador de Gijón desde septiembre de 2011. Políglota, también ha sido director de los establecimientos de Bielsa, Aiguablava, Cangas de Onís y Santillana del Mar. Se convirtió, cuando consiguió su plaza, en el jefe de recepción más joven de la Red de Paradores
-¿A partir de ahora como será la vida de usted?.
- Hay que cambiar un poco el chip y acostumbrarte a la vida de jubilado. Aparte de buscarte otras actividades para no sentirse frustrado. Después de cuarenta y cinco años y medio en la Red de Paradores, dedicándole muchas horas al día, habrá que acostumbrarse en los primeros meses a no levantarse y tener una obligación que te ocupa muchas horas durante cada jornada. Tengo la suerte de que me gusta mucho la pesca y también dedicaré más tiempo tanto a mi familia, como a mis hijos como a mis nietos, por supuesto.
-¿Y después de cuarenta años en la Red de Paradores cuando llegó a Ceuta qué significó dirigir este establecimiento hotelero?
- Para mí ha sido una etapa muy agradable. Cuando vine, lo cierto es que no viajaba a Ceuta desde hacía treinta años y la verdad es que me sorprendió mucho la ciudad. He trabajado mucho y lo he intentado hacer lo mejor posible. He intentado poner mi granito de arena en que Ceuta continúe avanzando en el terreno de destino turístico. Me he sentido muy agradecido por la amistad de muchos ceutíes y por su cariño. A esta ciudad, desde luego, la tendré siempre en mi corazón e intentaré venir todas las veces que pueda y estoy seguro que me seguiré sintiendo como hasta ahora, tan a gusto como en mi casa.