El reconocimiento a una trayectoria dedicada al Carnaval

Lolo Alonso: “La hora de los valientes fue un antes y un después”

De familia carnavalera, Manuel Alonso, más conocido como Lolo Alonso, se inició bien jovencito en el mundo del Carnaval. Fue de mano de ‘El lagartija’, que dirigía una chirigota juvenil en el Mixto. Así en 1998 se estrenó con ‘Los centellas’, aunque con poco éxito, para incorporarse en el 99 a la famosa comparsa que años más tarde disfrutaría de sus grandiosos años de gloria. Fue en el 2000 cuando llegó el momento que para Lolo “marcó un antes y un después en el Carnaval de Ceuta”, el de la comparsa ‘La hora de los valientes’. “Fue el año más importante de mi carrera”. Con la comparsa del Mixto, y disfrutando de todo su triunfo permaneció hasta el año 2010, inclusive, cuando también se animó a salir con la chirigota de O’Donnell.

Fue el fin de una etapa. Lolo dejó el barrio más carnavalero, “es como la viña en Cádiz”, para trasladarse a otro que le sigue bien de cerca y en cuya chirigota permaneció hasta su disolución hace dos años. Su dedicación al carnaval ha sido intermitente. Prácticamente no se ha separado del concurso, excepto durante los años 2010 y 2011 que decidió irse a la calle “para liberarme un poco de la presión”. Pero poco duró con la callejera, y tras incorporarse de nuevo al concurso permanece fiel con su nueva agrupación, estrenada el pasado año y con la que está nuevamente en las tablas para presentar la chirigota ‘Caña Aquí’. “Venimos a pasarlo bien y a quitarnos el gusanito del carnaval”. El tiempo que le queda con ellos, o con otros, de momento no tiene una fecha establecida. “A este ritmo por muchos años”. Y por ello, la dedicación de su premio fue para aquellas que son su soporte y apoyo en los momentos más grises: “Mi mujer y mi hija”.

Jesús Rodríguez: “Me veo con fuerza para seguir en el concurso”

Jesús Rodríguez Mesa, conocido por todos como Jesús ‘Canijo’, es el único, o de los pocos carnavaleros que puede presumir de atesorar premios en las tres modalidades. No es fruto de la casualidad sino de una trayectoria que se remonta al año 93 cuando se inició con una agrupación infantil en Erquicia. Intercaló a lo largo de toda la década de los 90 el concurso con la calle hasta que se incorpora a ‘Las Plantas’ bajo la dirección de Javi Téllez. Es con Javi Barrientos como director con quien comparte el mejor año de su carrera, “fue en 2001 con la chirigota Cara al sol”. La disolución de ‘Las Plantas’ marcó el fin de una etapa, pero no de su vinculación al carnaval, “porque para mí es una forma de vida, en casa estamos todo el año escuchando música de carnaval”.

Después de años de colaboraciones con agrupaciones o incursiones en la calle, ‘Canijo’ ha regresado al concurso con la chirigota ‘Las Náufragas’, “un proyecto que se cocía desde hace años pero que no llegaba nunca a cuajarse”. Reconoce que “ha costado mucho”, pero la lucha le ha llenado de energía “y me veo con fuerza para seguir por muchos más años en el concurso, además soy presidente de ‘Las Plantas’ y es imposible que me desvincule del carnaval”.

Recibió la Caballa henchido de orgullo y satisfacción, aunque también cargado de palabras de agradecimiento: “A mi padre, que me inculcó esta pasión, a mi madre, porque es la que me aguantaba y, por supuesto, a mi mujer e hijos por incondicionales”.

Paco Pino: “Llegué con un grupo de amigos que terminamos siendo una familia”

Paco Pino forma parte de ese grupo de amigos del colegio que en el verano del 95, en pleno festival de San Amaro escuchando una chirigota de fuera, se dejaron llevar por la propuesta de Javier Chellarán. “Nos dijo que Pepe Romero dirigía una juvenil, y si nos queríamos animar, así que un lunes de septiembre nos presentamos allí para entrar en el grupo”. Fue el punto de partida a 24 años de amor y dedicación por una fiesta que, sin darse cuenta, se ha convertido en una forma de vida, en su vida, porque de él ha obtenido más que premios y homenajes, se lleva una familia. “La diferencia es que la gente llega a un grupo y hace amigos, pero nosotros ya éramos amigos antes del carnaval y a raíz de aquí se forjó una unión más intensa, más fuerte, que después de tantos años nos ha hecho formar una familia”.

La dedicación de su premio la tenía muy clara, a todos sus apoyos. A todos aquellos que han permanecido a su lado ciegamente, en lo bueno y, sobre todo, en lo malo. “A mi familia, que son los que aguantan mi mal humor, las horas tan tarde de ensayos y los que me ayudan. Por supuesto no me puedo olvidar de la familia Romero porque me han tratado como un hijo más, y a Javi Chellarán, ya que sin él no estaríamos aquí”.

Paco ha vivido grandes momentos a lo largo de su carrera gracias a los que atesora dos primeros premios, dos segundos y dos terceros. Tres de ellos obtenidos en “el segundo período bueno” de su carrera, comprendido entre el año 2012, cuando regresó al concurso, hasta 2016, en el que salió por última vez y lo despidió con un segundo premio. Desde entonces se lanzó a la calle, donde vuelve este año con la dirección de una chirigota. Modalidad por la que se decanta “porque cuando sales a la calle lo que quieres es escuchar a una chirigota, la gente quiere alegría y olvidar por un instante las penas”.

De momento, Paco seguirá en la calle viviendo un carnaval que le suscita “alegría”, aunque también añoranza “por aquellos que no están, como Pepe Romero, mi padre, que fue una pieza muy importante, o todos aquellos con los que me he vinculado durante estos más de veinte años”.

Miguel Chellarán: “Estoy de Carnaval los 365 días, es mi forma de vida”

Miguel Chellarán, conocido por todos como ‘Nini’, “aunque no es un apodo de carnaval’, lleva vinculado a esta fiesta desde el año 95. Más de media vida involucrado y dedicado a ella, porque no solo en época de carnaval, “yo lo vivo todo el año”. Reconoce que “es mi Semana Santa, aunque a algunos les pueda molestar la expresión, es mi forma de vida”.

Estos 24 años metidos de lleno en el carnaval tienen un nombre con mayúsculas a quien reconocerlo, como bien hizo anoche cuando recibió la Caballa, “va para mi madre, es quien me ha aguantado durante todos estos años y, además, porque es mi fan número uno”. Desde que se estrenó siendo un niño con Pepe Romero no ha parado, ya sea en concurso, en la calle o colaborando con las diferentes agrupaciones. No ha cesado y, de momento, no es una idea que se presente ni a corto ni a largo plazo. “Yo no me lo dejo, vivo de carnaval los 365 días. Esto hay que seguirlo de alguna manera hasta que el cuerpo aguante”.

‘Nini’ se estrenó en el Falla en el año 96 y ha regresado este, después de descansar el pasado 2018, en el que ejerció como jurado, con la aclamada comparsa ‘Los del Ferry’. “Ha sido como cerrar un círculo”. Se estrenó con una chirigota y ha vuelto a hacerlo con una comparsa, “ya que ha sido el primero que salgo en esta modalidad”. Admite que volvía a Cádiz “con miedo” porque la última vez que se subió a ese escenario “no gustó mucho”. Sin embargo, ‘Nini’ se dejó llevar por el grupo, por el duro trabajo de los meses precedentes, y consiguió disfrutar y, más importante, hacer disfrutar. “La experiencia fue maravillosa. El instante en que recibimos la ovación y se levantó todo el Falla... eso no tiene nombre”.

El carnavalero expresa que ha pasado del todo a la nada. “De ensayar una vez a la semana a hacerlo todos los días, ha sido duro, un sacrificio muy grande, pero ha merecido la pena”. Una vuelta a las tablas por todo lo alto que le han dado el impulso y la energía para no separarse, al menos de momento, del concurso.