Otro día más nos volvemos a desayunar con la incontinencia verbal de Carreira, promovida por el presidente Vivas (de todos es sabido que el perrito no ladra si su dueño no quiere). Volvemos a lo mismo, despotricar contra la figura de José Antonio Carracao.
Pero esta vez se ha pasado de vueltas, tal vez debido a que el café (o lo que sea que tome) se lo pusieran más cargado que de costumbre, dado que habla de supuestas guerras fraternas entre compañeros del PSOE de Ceuta, cuando es el primero en tener que callarse. Sino que se lo pregunten al señor Gordillo.
Sepa usted, señor Carreira, que los compañeros y compañeras socialistas saben de cómo actuar y que los trapos sucios (si los hubiera) se lavan en casa. Es inviable que un socialista vaya a pedirle favores a Carreira a sabiendas de lo retorcido del personaje y de que lo usará para manchar unas siglas con las que se tiene que lavarse, y mucho, la boca a la hora de citarlas.
Sin embargo, siempre habla el que más tiene que callar. Hace la labor de perro de presa de Juan Vivas pero si de veras tuviera una mínima noción de dignidad volvería a su actividad laboral o a escribir uno de esos libros infumables, en lugar de dar lecciones ostentando un puesto ilegitimo o demostrar su incapacidad a la hora afrontar la labor de Recursos Humanos.
Se les acaba el chollo, y claro ejemplo de ello es el nerviosismo que se respira en Ainara y las muestras, una vez más, del juego sucio que vuelve a demostrar el rancio y trasnochado predicador pepero, mientras don Juan no tiene el valor de dar la cara sobre lo que está pasando.
Y es que José Antonio Carracao es motivo de miedo para el actual Gobierno de la Ciudad porque sigue demostrando su capacidad y valentía para denunciar los tufos de un Ayuntamiento que ha perdido el rumbo, mientras el otro grupo de la oposición, de nuevo, hace mutis por el foro en señal clara de connivencia con el Partido Popular cuando los temas salpican a Vivas.