Que altura de miras, que profundidad política, que altruista defensa del bien general de los ciudadanos, que búsqueda tan intensa de la justicia social ha tenido el PSOE al preguntar si la “Pascua Musulmana” será una de las fiestas que se trasladarán al lunes. La capciosa pregunta tiene la intención de hacer posicionarse al PP sobre la consideración de la “Pascua Musulmana” como de mayor arraigo en España.
Lo que más me llama la atención de esta astuta, que no inteligente, pregunta, es que es única, es decir, no ha preguntado por ninguna otra fiesta cristiana, hebrea o hindú. El PSOE sólo ha preguntado por la fiesta musulmana.
Yo no sé lo que pensará el PP, pero personalmente, creo que no. La “Pascua Musulmana” no es de mayor arraigo en España por dos causas diferentes, una, por el número de habitantes que la practica en comparación con el resto de la sociedad, y otra, porque históricamente hace unos 10 siglos que en España las fiestas religiosas de mayor arraigo social son las cristianas.
Ahora bien, distingamos entre considerarla como de mayor arraigo social, que bajo mi parecer no lo es, y respetarla profundamente y dignificarla como merece cualquier fiesta religiosa, en lo que estoy totalmente de acuerdo, y defenderé el derecho que tienen a hacerlo.
Por otro lado, me parece llamativo que este ladino socialismo realice preguntas sobre cuestiones religiosas, creencias que tanto le gusta machacar con sus políticas, sobre todo si son judeo-cristianas.
Si el PSOE verdaderamente quiere respetar las fiestas religiosas, entonces ¿Por qué apoya el laicismo? Es decir ¿Por qué el mismo PSOE que ha realizado esta pregunta no habla claramente y anuncia que está en contra de la celebración de cualquier fiesta de carácter religioso? Sea de la creencia que sea. Es más, el PSOE con su defensa del laicismo está en contra de cualquier manifestación pública o privada religiosa. Sin embargo, esto no lo ha anunciado.
Pero claro, el nuevo socialismo huye de la verdad como de los intelectuales y del esfuerzo. El progresismo de ahora es la demagogia, la mentira y el oportunismo político, huye de su pasado, miente sobre su presente, y pretende construir su futuro sobre falacias y razonamientos e ideologías populistas.
La sociedad necesita de personas progresistas serias, firmes, serenas, responsables y leales a las instituciones democráticas. En la ideología socialista de esta hermosa ciudad los ha habido y los hay, pero hoy día rara vez en la política activa. Al contrario, muchos de ellos han sido maltratados por este nuevo socialismo autocomplaciente. Es mejor que no huyan tanto hacia delante, miren a los lados y reconozcan a personas que ostentan la consideración y el respeto de todos y dejen de hacer preguntas fingidas.