El evento comenzará a las 12 del mediodía, según confirmó el responsable de la fundación que adjudica este reconocimiento, Ernesto Sáez de Navarrete, y se prolongará durante el resto de la mañana.
El motivo de que este año se haya elegido un escenario a puerta cerrada se explica porque la fecha del acto de entrega del galardón se ha retrasado hasta finales de mes. Debido a la inestabilidad meteorológica de estas fechas, la Fundación Premio Convivencia ha optado por celebrar el acto a puerta cerrada en el lugar más apropiado para un reconocimiento de esta categoría, si bien el aforo se verá reducido y posiblemente no puedan entrar todas las personas que quieran acceder hasta la celebración. Se tratará, como en otras ocasiones, de un acto público que seguirá las pautas de ediciones anteriores.
El motivo de celebrar más tarde este acto está en la propia premiada, Helen Lieberman. Perteneciente a la comunidad judía, celebró la semana pasada el Rosh Hashaná o Año Nuevo, y este sábado el Yom Kippur, o Día del Perdón. Se trata de dos de las principales fiestas hebreas, en las que habitualmente se reúnen las familias.
Apoyando a Lieberman se espera que esté una representación de la embajada de Sudáfrica en España, a la que se ha invitado. También se ha invitado a Dominique Lapierre, antiguo Premio Convivencia y que ha dedicado su último libro a Nelson Mandela y a la premiada, Helen Lieberman. Sin embargo, el conocido escritor aún no ha confirmado su asistencia, pero se espera que al menos envíe un saludo a la fundadora de Ikamva Labantu, la organización sudafricana que lucha en favor del desarrollo de las comunidades.
Una actividad en la que Lieberman continúa estrechamente implicada, y que beneficia actualmente a un millón de personas en ese país.
Premio “para toda la organización”
A la hora de aceptar el Premio Convivencia, Helen Lieberman insistió, agradecida, en que se trata de un reconocimiento para Ikamva Labantu (‘El futuro de nuestra nación’, traducido). Por ello, desde la fundación que otorga el galardón se tratará de que los propios trabajadores y voluntarios en Sudáfrica envíen mensajes de apoyo a Lieberman. Muestra de la voluntad de la premiada es que, nada más enterarse de la dotación económica, aseguró que su destino dependería de lo que decidieran en Ikamva Labantu.