“El pregón es lo máximo a lo que puede aspirar un cofrade”. Es una frase de Francisco Hernández Martín, hermano mayor de la Venerable Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Medinaceli), que explica perfectamente qué significa para él ser pregonero de la Semana Santa 2011.
Hernández recibió ayer las guardas del pregonero, lugar donde tradicionalmente éste guarda su pregón. Al mismo asistieron los miembros del Consejo de Hermandades y Cofradías de Ceuta. Antes de este acto, destacó en declaraciones a este medio la importancia de este momento. En este sentido, dijo que es un acto “muy bonito” que lleva haciéndose ya durante varios años.
El pregonero se mostró muy ilusionado por ser el encargado de pronunciar el pregón, y dijo que es “la culminación” de toda su carrera como cofrade, ya que lleva muchos años en las hermandades y cofradías ceutíes y ha ostentado en éstas diversos cargos de responsabilidad.
Entre estos cargos está el que actualmente tiene, el de hermano mayor del Señor de Ceuta, “que es lo más grande, y ahora el pregón, no puedo pedir más”, manifestó.
Hernández tiene ya el pregón “casi terminado”, a pesar de haberlo empezado allá por el mes de noviembre ya que prefirió no empezar hasta recibir la noticia de que había sido elegido pregonero. Hernández reconoce que creía que no iba a ser elegido pregonero porque el otro candidato era Javier Pérez y en la actualidad “se está apostando mucho por la juventud”.
Ha hecho pregón “muy mariano”
Francisco Hernández adelantó un poco del contenido de su pregón en una conversación con este medio: “Va a ser muy mariano y trato de lanzar muchos piropos a la Virgen. Me centro mucho en el dolor de una madre cuando ve lo que le están haciendo a su hijo. En definitiva, me centro en la pasión, muerte y resurrección desde el punto de vista más mariano”. Hernández adelantó también que el próximo año tendrá que dejar de ser hermano mayor del Medinaceli al cumplir ocho años en el cargo. No obstante, se ofrece para seguir trabajando por la hermandad.