La decisión del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de poner fin a partir del 1 de enero al acuerdo que eximía a la adjudicataria desde 2006 de la gestión de la dársena deportiva, Mahersa, del pago de unos 300.000 euros en concepto de canon atediendo a diferentes circunstancias “sobrevenidas” a cambio de mantener unas tarifas bastante por debajo de las fijadas en el Pliego de la concesión “obligará” a la empresa a repercutir ese dinero “con todo el dolor de nuestro corazón” a los usuarios.
Así lo auguró ayer el director de Mahersa, Francisco Javier Martín, en declaraciones a este periódico. A falta de recibir una notificación oficial sobre la decisión “unilateral” de la Autoridad Portuaria, Martín calculó que las tarifas de los amarres podrían encarecerse “a partir de un 30%”.
“A los usuarios no se les repercutirá nada más que el canon que haya que pagar añadido a partir de ahora a la Autoridad Portuaria”, subrayó la empresa, que no se ha tomado “ni bien ni mal” el acuerdo del Consejo de Administración “aunque hubiésemos preferido algún tipo de diálogo previo o un cambio de la situación más gradual”. “Cuando tengamos una confirmación oficial”, terminó Martín, “contactaremos con el Puerto para llegar a un acuerdo sobre su concreción en la realidad”.