El PP se quedó solo en el rechazo a la petición del Grupo Caballas de poner en marcha un comedor social de titularidad pública.
Toda la oposición respaldó la propuesta de los localistas que chocó en bloque con los votos en contra de los diputados populares a pesar de la advertencia del concejal Juan Luis Aróstegui al recordarles que “sobre vuestras conciencias” (las del PP) “recaerá que un niño pase hambre en Ceuta”.
Y es que ayer lo que chocó fue las distintas visiones que Gobierno y oposición tienen ya no solo del concepto de las ayudas sociales sino también de las necesidades alimentarias que pasa la población ceutí. Para el PP, la forma en que éstas se gestionan son las adecuadas hasta el punto de llevarles a aseverar que “no es cierto que en Ceuta haya personas que pasen hambre”, justificó la consejera del ramo, Rabea Mohamed. A ojos de Caballas, la realidad social es bien distinta y está dibujada por una Ceuta en la que el 40% de las personas se encuentra bajo el umbral de la pobreza y hay un 36% de paro. “Esta ciudad no tiene una visión moderna ni democrática de los Servicios Sociales, ése es el origen de todo”, denunció Juan Luis Aróstegui, lamentándose a su vez de que en pleno 2015 una formación como Caballas tuviera que pedir la existencia de un comedor social cuando éstos ya los hay en la amplia mayoría de comunidades autónomas.
“Ustedes creen que los necesitados lo son porque se lo han buscado, los culpabilizan de su situación y lo que tienen hacia ellos es un sentimiento fingido de buenas personas que les hace sentir pena por ellos”, reprochó Aróstegui a la bancada popular.
“La pobreza”, continuó, “es el resultado de las decisiones políticas y la solución debe venir por el entendimiento del sistema porque ellos son las víctimas del sistema no los culpables”, denunció. “Ceuta no se puede permitir que alguien pase hambre, no podemos consentirlo ni conformarnos con una confortable ignorancia”.
La consejera Rabea Mohamed defendió la política que en materia de asuntos sociales se está llevando a cabo, cifrando en más de 5.000 las familias que están siendo atendidas y en más de 20.000 las personas, reconociendo un incremento que vinculó con el regreso a Ceuta de familias que residían en la península. “No es cierto que haya personas pasando hambre”, insistió Mohamed, topándose directamente con un doble calificativo vertido por Aróstegui: “Ustedes son unos cínicos o unos irresponsables que utilizan unos argumentos tan débiles que asustan”. “Aquí hay familias que no comen caliente tres veces al día y esta es una realidad consentida que nos parece una injusticia”, reprochó.
A Caballas le apoyó el PSOE en forma de matización, ya que su portavoz Manuel Hernández lamentó que ni siquiera el PP hubiera dado el paso de “estudiar la propuesta” de los localistas evaluando, por ejemplo, su coste antes de dar el no por respuesta. MDyC también consideró que la medida de un comedor, aunque no era una solución definitiva, sí podría ser un “parche paliativo”.
El “halo de sospecha” del efecto llamada
Caballas criticó ayer que el PP no quiso respaldar la puesta en marcha de un comedor social de titularidad pública porque en esta formación prevalece “un halo de sospecha” sobre el colectivo pobre, que les hace creer “que tienen una doble intención, y así es muy difícil solucionar los problemas”, criticó Aróstegui. Acusó al PP de creer “ese maldito invento del efecto llamada”, negando este tipo de propuestas porque temen que “vengan aquí todos los necesitados del norte de África. Y eso es una estupidez que ya lo aplican con los MENA o con los inmigrantes, porque ustedes reducen los problemas humanos a cuestiones aritméticas”, lamentó.
Aróstegui criticó que la Ciudad sea capaz de invertir 350.000 euros en favorecer que vengan a Ceuta familiares de residentes pero en cambio solo destine 100 euros anuales a cada niño que tiene problemas de vestimenta.