El PP, opción prioritaria en los 6 distritos

Si se cumplen los augurios que traza la encuesta de Sigma Dos, el Partido Popular revalidará en apenas un mes la mayoría absoluta de la que goza ahora en la Asamblea y lo hará, en buena medida, gracias a una cosecha de votos generalizada en todos los distritos en los que queda dividida la circunscripción electoral de Ceuta.

El sondeo ratifica a la formación que preside Juan Vivas como opción prioritaria en las seis áreas, e incluso abriendo brecha con el resto de las candidaturas que optan a arrebatarle el primer peldaño que conduce hacia la presidencia. La opción de los populares es la preferida, por ejemplo, en el 28 por ciento de los casos para los encuestados residentes en los distritos I y II (zona centro y el área comprendida entre Recinto, Pasaje Recreo, Sarchal, San Amaro...), pero esa proporción se incrementa aún más, hasta bordear el 30 por ciento, en los distritos III y IV (Puertas del Campo, Otero, Hospital Militar, el Morro...; y San José, Terrones, O’Donnell, Mixto, Villajovita o Miramar). Decae, aunque continúa como primera opción sobre el resto de partidos, en los distritos V y VI (La Libertad, Los Rosales, Juan Carlos I, Erquicia...; y Príncipe Felipe, Príncipe Alfonso o Benzú). El voto del grueso del censo en esas dos últimas áreas estaría decantado a favor del PP en el 25,6 por ciento de los casos. Sin haberlo decidido aún, los populares confían también en pescar votos entre quienes no cierran la puerta a terminar por elegir su papeleta cuando el día 24 abran los colegios electorales. En todos los casos esa tasa se sitúa cercana al 30 por ciento, dato que hace interpretar a Sigma Dos que la formación de Juan Vivas puede incrementar finalmente su cosecha. Esa posibilidad se detecta con más fuerza en los distritos V y VI, donde el trasvase de votos podría alcanzar el 31,6 por ciento, una proporción muy similar a la de quienes ahora reconocen que no le votarían jamás. El resto de las principales candidaturas se debe conformar con mirar de lejos los registros que Sigma Dos concede al PP. En el caso del PSOE, su mejor tasa de voto casi asegurado aflora en los distritos V y VI, pero no pasa del 8 por ciento. En las restantes zonas se mueve entre un 6,3 (distritos I y II) y el 5,8 (áreas III y IV). La preferencia por Caballas también se hunde y su techo máximo, en los distritos III y IV, no pasa del 2,7 por ciento. En otros como el I y el II es prácticamente residual, con un pírrico 0,2 por ciento. En total, sólo el 1,6 por ciento del censo habría optado ya por darle su respaldo, mientras que la negativa absoluta a apoyarle se dispara y toca máximos en algunas zonas con un 72,8 por ciento. Los resultados avanzados por Sigma Dos convertirían de hecho al PSOE en primera fuerza de la oposición desplazando a la coalición encabezada por Mohamed Alí, aunque muy lejos del PP. Los socialistas serían de ese modo la segunda opción en grado de aceptación en todos los distritos. En juego hay también un porcentaje muy amplio de indecisos que podrían hacer finalmente decantar la balanza hacia uno u oro lado en el reparto de varios escaños. Así, en los seis distritos uno de cada tres encuestados confiesa que podría acabar votando al PP. La cifra es por ejemplo superior al 35 por ciento en el caso de las áreas V y VI a favor de los socialistas, lo que podría incrementar el resultado final de la opción que encabezará José Antonio Carracao, un porcentaje que se sitúa en otro significativo 32,8 por ciento en las áreas III y IV. En los polos opuestos, los rechazos más absolutos los cosechan Caballas en los distritos I y II, la zona centro y Recinto-Hacho, al contabilizar un casi 73 por ciento de ceutíes que en ningún caso le entregarían su voto. UPyD se mueve en las seis zonas por encima del rechazo del 60 por ciento y MDyC no encontraría forma de arañar sufragios entre un 65 por ciento. Con ese laberinto de datos, Sigma Dos aventura que el voto confirmado y el trasvase de sufragios no definidos a posibles alternativas beneficiará al PP, la formación que puede presumir de contar con un respaldo más fiel en todos los distritos. Aunque la consultora intuye que queda poco margen para que los comportamientos electorales detectados puedan variar 180 grados, los partidos tienen aún un largo mes por delante –incluida la campaña– para intentar limar el grado de rechazo detectado, que en algunos casos extremos se coloca en la frontera del 70 por ciento.