Que una instalación que debe servir para la práctica del deporte termine convirtiéndose en punto de tráfico y consumo de drogas debería estar reñido. La realidad, no obstante, demuestra lo contrario. El entorno del polideportivo del Mixto ha terminado convirtiéndose en la zona controlada por individuos que se dedican al tráfico de drogas. Allí pasan la mercancía y allí mismo se consume. Un par de zapatillas colgadas de un alambre apuntan que en esta zona ‘se hace negocio’. Los vecinos lo denuncian, y no es la primera vez que ponen de manifiesto el deterioro de las instalaciones sin que hayan obtenido una respuesta contundente.
En el suelo varios porros, alguna que otra libreta escolar y demás restos del tránsito de jóvenes, buena parte de ellos adolescentes, que se concentra en el lugar. La caseta de aire acondicionado que sirve de respiradero para los garajes construidos en la parte inferior al polideportivo está destrozada, habiéndose convertido en refugio para el consumo de estupefacientes. Allí es donde, sobre todo por las tardes, se introducen los consumidores de droga, se compra y se vende. “La han destrozado entera, han quitado el protector y se lo han puesto en el interior para no tener frío. Allí se meten, consumen estupefacientes, compran y venden”, denuncia una vecina del Mixto. Los residentes de la popular barriada dicen que han denunciado en varias ocasiones esta situación, pero que el mercadeo se sigue produciendo sin pudor alguno. El polideportivo arrastra las consecuencias de esta situación. Está destrozado y los residentes apuntan a la presencia de estos individuos a los que vinculan con estas consecuencias. El mobiliario urbano que rodea la zona deportiva también obtiene sus marcas: pintadas, pivotes destrozados arrancados de cuajo que sirven de asiento, rotura de vallas y de farolas... Los vecinos reclaman no sólo la reparación de lo roto, sino, también, y quizá con mayor fuerza, una presencia policial que evite la comisión de delitos que se está produciendo y que ha terminado por convertir el lugar en un cortijo para los delincuentes mientras que los usuarios quedan relegados a un segundo plano.
La Ciudad, que ahora se está centrando en el arreglo del local social que todavía ni se ha inaugurado, ya ha anunciado que en breve volverá a reforzar la zona, arreglando todo lo que han destrozado.