La comunidad hebrea conmemora desde ayer por la noche su fiesta principal en conmemoración a la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto “Es una fiesta de alegría, por hacer una comparación con la religión cristiana, se asemeja a una Nochebuena porque toda la familia se reúne en torno a la mesa y la gente viaja desde sus lugares de residencia para estar todos juntos, con los suyos en un día tan especial. Es la típica fiesta en la que las matriarcas vuelcan todo su empeño y están desde un mes antes preparando todos los detalles”. El vicepresidente de la Comunidad Israelita de Ceuta, Jacob Hachuel, resume de este modo el Pesaj. Se trata de la más importante festividad hebrea, que arrancó en la noche de ayer, tras la puesta de sol. Una Pascua judía en la que se recuerda la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto.
En el caso concreto de la comunidad ceutí, que está compuesta por cerca de 700 personas, en la noche de ayer sus miembros acudieron masivamente a la sinagoga para participar en una breve ceremonia previa a la cena que, ya de modo particular, pudieron degustar posteriormente en la intimidad de sus hogares junto a la familia. En el ámbito gastronómico esta fiesta tiene sus peculiaridades. “La diferencia es que en estos días no comemos pan normal, sino pan ácimo, sin fermentar”, explica Hachuel. Pero en la mesa hay otros alimentos que tampoco pueden faltar. En estos días todo, hasta el más mínimo detalle, cuenta con un significado simbólico en recuerdo al momento en que Moisés liberó de la esclavitud al pueblo hebreo. Por ejemplo también se toma una salsa denominada ‘Jaroset’ que se elabora a base de frutos secos y se presenta en la mesa con un color marrón similar al del barro “en recuerdo al material con el que se construían las pirámides”. Otra de las señas de identidad de la mesa durante el Pesaj es un plato con verdura amarga, en general apio, mediante la que se simboliza el amargor de la esclavitud.
“Todo esto esconde tras de sí un mensaje que bien se puede adaptar a la actualidad ya que, en definitiva lo que celebramos es que se puede salir de la esclavitud”, indica Hachuel que comenta que, en estos días, la comunidad israelita en nuestra ciudad se multiplica ya que “muchos hijos y nietos que se han ido a vivir a otros lugares fuera de Ceuta retornan estos días para estar junto a la familia”. En total son ocho los días que dura esta festividad, salvo en Israel donde festejan un día menos. Los días más importantes son hoy y mañana o, mejor dicho, las 48 horas que distan desde la caída del sol de ayer y hasta la llegada de la noche de mañana.
Puesto que cristianos y hebreos enraizan sus respectivas religiones del mismo tronco, el Pesaj guarda cierta relación con la Semana Santa. “Como nos regimos por el calendario lunar el Pesaj se celebra siempre el día 15 del mes de Nissan”, expone Hachuel. Unos días de recogimiento para la comunidad hebrea pero también de una inmensa alegría por el reencuentro familiar.