“El Parador cumple 45 años siendo un santo y seña de la ciudad”

El próximo día 30 de mayo se cumplirá oficialmente el 45 aniversario del Parador La Muralla, un hotel que se ha convertido en uno de los referentes turísticos de nuestra ciudad avalado por su historia, sus prestaciones y sus especiales condicionantes en nuestra ciudad.

Esta importante efemérides representa un motivo de orgullo para el actual director del Parador ceutí, Pedro Fernández Olmedo (Cádiz, 1949), el cual llegó a nuestra ciudad el 1 de noviembre de 2007 para hacerse cargo de un establecimiento hotelero que, como él mismo reconoce, es santo y seña del turismo.
Con una experiencia de treinta años en la cadena Paradores, Pedro Fernández llegó a Ceuta tras su paso por los hoteles de Cazorla (Jaén), Benavente (Zamora), Pontevedra, Jávea (Alicante) y el Atlántico de Cádiz.
En estos casi cinco años ya ha vivido varios acontecimientos importantes, entre ellos la visita de los Reyes de España, así como ha liderado una serie de transformaciones en el hotel para adaptarse a los tiempos modernos.
Ahora, Pedro Fernández confía en seguir avanzando para que el Parador continúe siendo un lugar “obligado” para la estancia de nacionales y extranjeros, todo ello a pesar de la crisis que también ha llegado a esta ciudad y que se ha traducido en un descenso en las visitas turísticas que se ha compensado, en cierta manera, con la llegada de los marroquíes.

–¿Qué supone cumplir cuarenta y cinco años de vida?
–Es un honor porque demuestra una dilatada trayectoria y evidencia que en la hostelería ceutí ha sido un estandarte y un valor importantísimo, motivo por el cual ser director en estos momentos me llena de satisfacción.
–¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de la historia del hotel?
–Muchas cosas, sin duda me sorprendió el hecho de que en sus orígenes el hotel era un cuartel y, de hecho, las habitaciones de las bóvedas eran almacenes, talleres o polvorines ya que era el lugar que ocupaba el Parque de Artillería.
–¿Cómo ha evolucionado a nivel de habitaciones?
–En el año 1989 se amplió el edificio principal en una planta lo que permitió contar con 25 habitaciones más y que en la actualidad tengamos 106 habitaciones, incluyendo la zona de las bóvedas, las cuáles son muy singulares porque están integradas en las Murallas Reales y ésto es muy difícil de encontrar en otros establecimientos.
–¿Estás convencido de que el hotel es muy importante para la ciudad?
–Pienso que es un referente de calidad en la hostelería de Ceuta, igual que en el resto del país, pero también es un referente en el continente africano por las singularidades que tiene este establecimiento. Además, es un hotel situado en el centro de la ciudad pero con acceso a la playa, lo cual es complicado de encontrar.
–¿Es difícil mantener un buen nivel en todos los sentidos?
–Sí, pero afortunadamente tenemos unos canales de venta muy importantes y muchas promociones a través de la web que nos permiten diversificar el cliente ya que podemos contar con personas de todas las edades al abarcar con las ofertas más segmentos de la sociedad.
–¿Qué reformas se han acometido en los últimos años?
–Una de las principales ha sido la cámara refrigerada de basuras en el parking para evitar las contaminaciones cruzadas ya que las altas temperaturas de las cocinas elevan un riesgo de este tipo. Además, se ha procedido a realizar un nuevo saneamiento del establecimiento, lo que ha supuesto una inversión costosa, se han arreglado el aire acondicionado de las habitaciones, se ha reformado la instalación eléctrica y se han retirado las jardineras de las terrazas de las habitaciones.
–¿Y en materia de accesibilidad también se ha ganado?
–Sí, situamos una rampa de acceso en la puerta principal y también tenemos servicios adaptados para discapacitados, además de una habitación equipada y accesible, lo cual es percibido por los clientes.
–¿Qué tal el tema de la cocina?
–Tenemos una cocina basada en productos tradicionales de temporada así como un comedor con menú y carta así como un salón para unos 270 comensales. Tenemos productos como el pescado, los mariscos y las carnes traídas desde la península o también productos marroquíes además de un servicio de terraza con pinchitos y música en vivo los fines de semana. En este sentido, hemos incorporado como jefe de cocina a una persona procedente de la industria privada que le ha dado un giro a la gastronomía.
–¿Se ha notado mucho la crisis económica?
–En nuestra ciudad hace un año que llegó la crisis y se ha notado, por lo que tenemos que poner nuestro buen hacer y ser positivos para captar el mayor número de clientes con una buena relación entre la calidad y el precio.
–¿Ha influído esta situación en la plantilla del hotel?
–Podemos presumir de tener una plantilla fija de 56 personas, la cual se suele ampliar en la época veraniega, según las necesidades. Tenemos una bolsa de trabajo que solemos utilizar para puestos como socorristas, camareros de terraza o bien para sustituciones por diferentes circunstancias. Lo cierto es que en la época más álgida hemos llegado a contar con 111 empleados.
–¿Es verdad que el principal cliente es ahora marroquí?
–Sí, de hecho el cliente más importante es el marroquí porque el sesenta por ciento de las estancias proceden de personas del vecino país. En estos instantes nos movemos en unos datos de ocupación próximos al sesenta y dos por ciento de media, lo cual es digno de elogio teniendo en cuenta la situación de crisis generalizada.
–¿Con qué hecho destacable te quedarías de estos años?
–Sin duda alguna con la visita de los Reyes de España en noviembre de 2007, que curiosamente se produjo tan sólo cuatro días antes de llegar a la ciudad, por lo que me cogió todo de golpe. Además, en estos años han pasado políticos, artistas y otras personalidades destacadas de nuestro país.
–¿Qué te gustaría transmitir a la sociedad ceutí sobre el hotel?
–Que es un santo y seña de la ciudad no sólo por su dilatada historia sino por sus prestaciones. Sin duda alguna, el libro de visitas del hotel es un buen legado de la trascendencia que ha tenido y tiene este recinto.

“El hallazgo de la Puerta Califal es un aliciente más para el hotel por la importancia del yacimiento”

PUERTA. Pedro Fernández Olmedo destaca que el Parador La Muralla tiene una serie de detalles que lo diferencian de otros establecimientos de la misma cadena, sobre todo por su especial ubicación geográfica y sus condicionantes.
El actual director del hotel valora estas circunstancias. “Sin duda alguna, el hecho de que se encuentre enclavado en las Murallas Reales es ya un punto a destacar y, sobre todo, a raíz del descubrimiento en el año 2002 de la Puerta Califal que ha supuesto un valor añadido por la importancia de este yacimiento que todavía está por explotar y por definir en los próximos meses con nuestras actuaciones”.
También valora otros servicios que se ofrecen a la sociedad ceutí. “El recinto es un lugar habitual para la celebración de diferentes acontecimientos como bodas, bautizos o comuniones así como también en el verano ofrecemos el servicio de la piscina junto con el menú, lo cual supone una buena oportunidad para que los ceutíes también se sientan identificados con nosotros”.
En este sentido, destaca la respuesta de los caballas. “La clientela local suele degustar nueva gastronomía, sobre todo la de tipo buffet o bien el menú a la carta, y valora las instalaciones por la tranquilidad, la cuidada jardinería y otros aspectos”.
A nivel de datos, el hotel tiene una superficie construida de 18.415 metros cuadrados y en estos 45 años de historia ha contado con diez directores: Enrique González Otero, Jesús Palomero, José Luis Lobo Iglesias, Félix Lobo, Miguel Illescas Maza de Lizane, Juan Carlos Sánchez Gálvez, Manuel Castro Salgado, Guillermo Castro, Eduardo Montero Moreiro y el actual.