Llenos de alegría, profesionales sanitarios, familiares de pacientes y representantes de la Vicaría General de Ceuta se reunieron ayer en la capilla del Hospital Universitario del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) para asistir a su bendición e inauguración.
El obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, se desplazó hasta la ciudad para purificar los muros del lugar y celebrar misa junto a Miguel Tenorio, capellán del clínico además de párroco de San José; el padre Arturo Pérez de Santa Teresa de Jesús; y Juan José Mateos, vicario general. Por parte de Ingesa, asistió Fernando Pérez-Padilla, director territorial.
Monseñor Zornoza Boy comenzó con el rito de la bendición y de la aspersión del agua, ceremonia a través de la cual se pone la sala en uso para todo el Hospital. “Con el rezo y la oración, podemos acercar el consuelo de Dios a los enfermos y abrirles a la esperanza”, pronunció de forma solemne ante la treintena de feligreses en este acto religioso. Asimismo, aquellos que no tienen fé, tuvieron cabida en el turno de peticiones ya que también reciben la gracia del Señor en estos duros momentos.
Con esta bendición, la comunidad católica ofrece a Dios un nuevo lugar de oración y culto. Zornoza Boy suplicó al Todopoderoso, por tanto, que asistiera con su gracia y que santificara con su poder el agua, criatura suya, la cual roció en señal de penitencia y en recuerdo del bautismo, “y con la cual se purificarán los muros de este lugar”, ofició el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta.
“¡Oh Dios! Así has querido en tu designo misericordioso que los pecadores, al sumergirse en el baño bautismal, mueran con Cristo y resuciten inocentes”, prosiguió monseñor. El gesto de rociar agua sobre los feligreses y la capilla del Hospital fue interpretado como un signo del bautismo por el cual “lavados en Cristo, lleguemos a ser templos de su espíritu”.
El obispo, además de los agradecimientos a quienes hicieron posible disponer de este espacio sagrado en las instalaciones de Ingesa, solicitó por Jesucristo Nuestro Señor se concediera a los presentes, y a cuántos en esta iglesia celebrarán los divinos misterios, que lleguen a la Jerusalén del cielo.
Pérez-Padilla calificó de “gran honor” la asistencia de monseñor Zornoza Boy a la bendición de la sala de oración. Por su parte, Javier Montero, delegado del sindicato USO en Sanidad, agradeció tanto a Ingesa como al Obispado la bendición e inauguración así como su desplazamiento a Ceuta. Josefa López, vocal de USAE, leyó un pasaje de la Biblia.