El proyecto de nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que la consejera de Fomento, Susana Román, elevará al Pleno el próximo jueves para su aprobación inicial propone destinar un total de 16,19 hectáreas
para el desarrollo de actividades económicas a partir de la convicción de que una de las pautas fundamentales para el adecuado desarrollo de una ciudad de tamaño medio como Ceuta “consiste en una adecuada localización de las actividades económicas, entendiendo éstas en un sentido más amplio, no considerando únicamente el tradicional uso industrial, sino incluyendo todas aquellas actividades relacionadas con la economía”.
La visión del Plan se apoya en la conexión Puerto-Frontera como “eje vertebrador” de esos nuevos desarrollos de actividad económica, que incluirán el parque comercial previsto en el polígono CEPSA de Benítez; los desarrollos previstos en la vaguada Benítez; la ampliación del polígono Cortijo Moreno; la zona industrial prevista en Loma Colmenar y la extensión del polígono del Tarajal en el sector de suelo urbanizable aledaño en Loma de las Lanzas.
La idea de espacio para el empleo tiende a ser cada vez más heterogénea: desde la pequeña oficina a la gran industria pasando por espacios donde se confunden las tradicionalmente más estancas ideas de sector secundario y terciario. El reconocimiento del pluralismo es la primera actitud a la hora de abordar la planificación urbana. Ello se traduce, a juicio de los redactores del documento, “en diferencia de tamaños y formas, y consiguientes diferentes características que agrupamos bajo la denominación de tipo urbano”.
La actividad económica de carácter primario es prácticamente inexistente en Ceuta con la excepción del puerto pesquero, “en claro declive”, por lo que en el proyecto de nuevo PGOU no se plantean acciones en relación a este sector de actividad.
En cuanto a la actividad económica secundaria, está polarizada en torno al Puerto, tendencia que con su ampliación “tenderá a consolidarse con la creación de espacios para actividades productivas acordes con las nuevas demandas, así como con el aprovechamiento de las específicas condiciones geográfico-económicas de la ciudad, en especial en lo relativo a la industria de transformación vinculada a las Reglas de Origen”.
Finalmente, las zonas específicas vinculadas a actividades relacionadas con la industria terciarizada y la actividad logística-comercial aparecen polarizadas entre el polígono del Tarajal y, de nuevo, el Puerto. Ambos puntos son “los dos polos de actividad económica de la ciudad”, por lo que el nuevo Plan aboga por establecer “sinergias” haya o no un futuro eje viario entre ambos.
Saldo favorable
Para calcular el número de empleos que podrán albergar las nuevas actividades a implantar en suelos calificados con dicho uso, se ha fijado una superficie media equivalente a un puesto de trabajo por cada 30 metros cuadrados de superficie.
Aplicando el ratio anterior a la superficie edificable de actividades económicas en el Plan se presupone que las actuaciones de transformación urbanística en suelo urbano y urbanizable programado “podrán albergar un total aproximado de 5.397 nuevos empleos”.
Con una tasa de actividad ligeramente por encima del 50%, aplicando dicha tasa a la proyección de población se obtiene para los próximos años un total de 3.996 habitantes demandantes de empleo que comparado con los nuevos empleos que potencialmente se pueden generar, “demuestran la suficiencia y adecuación de suelo destinado a usos productivos y residenciales”.
Entre los objetivos concretos ligados al desarrollo de actividades económicas se cuentan el de “preparar suelo para la ubicación de un recinto ferial” que iría en la zona de Parques de Ceuta y “contribuir a reforzar el incipiente despegue turístico de los últimos años”. Para ello se piensa en “promover usos dotacionales públicos y privados y hoteleros vinculados con la Naturaleza en el Campo Exterior y en el Monte Hacho”; incentivar la implantación de un uso hotelero en el entorno de la Cala de Desnarigado “vinculándolo a una instalación de tipo balneario” y “prever normativamente la implantación de un campo de golf”.
“Crear espacios para actividades acordes con las nuevas demandas”
El proyecto de nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) propone dos medidas para “flexibilizar” la implementación de actividad económica: por un lado, en el Suelo Urbano se define un amplio régimen de compatibilidad de usos que dará cobertura urbanística a la implantación de actividades no incompatibles con el medio urbano. Por otro, en el Suelo No Urbanizable Común, se permite la generalidad de usos industriales. Complementariamente, se propone una línea de acción basada en la reubicación de las bolsas de suelo industrial existentes en la trama urbana cuyo emplazamiento ha quedado orgánicamente poco integrado por los cambios en su entorno (los dos ejemplos paradigmáticos son las instalaciones de CEPSA y Ducar) mediante las correspondientes ordenanzas de transformación que faciliten su traslado e integrando el suelo vacante en la trama residencial. El Plan se fia como objetivos expresos “propiciar la creación de nuevos focos de centralidad en los bordes de la ciudad y en los nuevos desarrollos urbanos” y “crear espacios para actividades productivas acordes con las nuevas demandas”.