Los ceutíes no volverán a ver colocar en las calles de la ciudad autónoma farolas ‘tipo globo’ como las instaladas en los alrededores del Puerto deportivo, entre otros espacios. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado inicialmente el pasado jueves en el Pleno veta explícitamente “disponer luminarias que proyecten la luz hacia el cielo” tanto “por su escaso rendimiento lumínico” como “por su contribución a la contaminación lumínica de los cielos”. El documento también establece que “todos los espacios públicos, parques y zonas verdes” contaran con iluminación artificial específica “en función de los usos e intensidades previstas por los Proyectos de Urbanización” y que “las nuevas instalaciones de alumbrado público incluirán obligatoriamente equipos para la reducción del consumo energético mediante sistemas de reducción y estabilización del flujo luminoso”.
“Con carácter preferente”, completa la relación de Normas Urbanísticas contenida en el tercer tomo del Plan, “se emplearán lámparas que propicien el ahorro energético”. Las condiciones de diseño arquitectónico de cada edificio y local también se preocupan por la contaminación lumínica. En ese sentido, se exige que “la instalación de alumbrado eléctrico se diseñará incorporando lámparas y luminarias de máxima eficiencia lumínica, minimizando en lo posible la potencia eléctrica instalada para este destino”.
También “se recomienda que toda edificación de nueva planta pueda incorporar, en lo posible, instalaciones productoras de otras fuentes de energía de las denominadas alternativas, con capacidad suficiente o razonable para las necesidades propias del edificio” y se apuesta por que “para los usos de calefacción, calentamiento de agua o cocinado de alimentos se procurará la utilización de combustibles líquidos o gaseosos con preferencia a la energía eléctrica”. Se “prohíbe” el uso del fuel-oil.
Como criterio general, con el fin de “garantizar la seguridad y el bienestar de las personas y la protección del Medio Ambiente”, todo el proceso de la edificación deberá tender a una reducción de impactos ambientales producidos por el edificio y su construcción, “atendiendo a principios de protección medioambiental y desarrollo sostenible”.
La iluminación, natural en todas las estancias El Plan General de Ordenación Urbana aprobado inicialmente por la Corporación, que quedará en fase de exposición pública una vez que sea publicado en los Boletines Oficiales, establece que en el diseño de todo edificio o construcción “la iluminación diurna será preferente y básicamente natural (solar) en las dependencias destinadas a la estancia o al trabajo prolongado de personas. De esta forma la iluminación artificial solo debería ser “considerada como solución excepcional o de emergencia para las horas diurnas, sin perjuicio de determinadas actividades que requieran especiales condiciones de aislamiento lumínico o acústico”.
Más de 12.000 luminarias, el 95% “de baja eficiencia energética” Ceuta cuenta en la actualidad, según las estimaciones de la Administración local, con un total de 12.500 luminarias de alumbrado público. De ellas, es el 95% se corresponde con alumbrado público convencional “de baja eficiencia energética”. El elevado número de horas de operatividad de este equipamiento, junto a sus características de bajo rendimiento, hacen que el servicio de alumbrado público tenga “un elevado coste económico y medioambiental a día de hoy”.
El Gobierno de Ceuta ha planificado en el marco del nuevo Programa Operativo con Fondos Europeos la sustitución de luminaria convencional de bajo rendimiento energético “por luminaria tipo LED que dará lugar a una reducción media de potencia instalada por unidad de un 70%”.
Se han definido tres tipos de luminaria LED, unificando y reduciendo los tipos/modelos, con el fin de obtener homogeneidad en el alumbrado.
Se plantea sustituir los actuales conjuntos de alumbrado público compuestos por luminaria de 400W, 250W y 100W por conjuntos de 179W, 77W y 50 W respectivamente, logrando una reducción media de la potencia instalada del 70% sobre el 38% del conjunto total de alumbrado público.
Este proyecto se financiaría con una ayuda cercana a 3 millones de euros de las instituciones comunitarias.