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“El mundo de la moda es muy difícil pero al mismo tiempo apasionante”

Desde muy pequeña, quizás impregnada por el ambiente familiar, tenía claro que el dibujo podía formar parte de su vida.

La profesión de su padre y posteriormente también la de su hermano hizo que esta ceutí no quisiera ser una excepción y se “apuntara” al carro de este tipo de arte.
Hablar con María Ruiz Álvarez es hacerlo con una joven ceutí a la que el dibujo, la moda y los complementos la cautivan y no duda en exteriorizar sus pensamientos.
Amable y con las ideas claras, esta diseñadora ha sabido labrarse su formación al estudiar la carrera en la Facultad de Bellas Artes de Granada, donde también aprovechó su estancia para matricularse en la Escuela de Arte con la intención de ampliar sus estudios.
La realidad social, sobre todo por la crisis económica, ha motivado que sólo haya podido enseñar sus conocimientos en determinadas sustituciones en colegios e institutos, aunque no pierde la ilusión de poder lograr su plaza en un futuro.
En la actualidad compatibiliza sus estudios con su pasión como diseñadora de moda y complementos, habiendo inaugurado en el Museo del Revellín la colección “¿Qué me pongo hoy?” que es un buen guiño para que los ciudadanos puedan apreciar los pensamientos en papel de esta apasionada del arte.

–Mirando un poco al pasado ¿Qué recuerdos tienes de tu infancia?
–Muy felices, vivíamos en el Morro y siempre estaba jugando con mi hermano y mis amigos en la calle. Cuando hice la comunión nos trasladamos a vivir a la Marina Española y ahí seguimos.
–¿Es verdad que eras una estudiante aventajada?
–Sí, siempre se me han dado muy bien los estudios y logré matrícula de honor en Bachillerato. Me gustaba mucho la Historia del Arte porque siempre he sido de la que le gustan los libros y también el inglés, además del dibujo artístico y el dibujo técnico porque se me pegó de mi padre y mi hermano.
–¿Cómo llega esa inspiración?
–Mi padre y mi hermano son dibujantes de comic y por ahí empezó todo. Cuando tenía dieciséis años me planteé entrar en el Siete Colinas en el Bachillerato de Arte porque siempre me ha apasionado el diseño de moda o las muñecas con la ropa.
–¿Se puede decir que llevabas esta afición en los genes?
–Creo que sí porque mi padre siempre dibujaba o estaba haciendo cosas creativas y a mí me llamaba mucho la atención todo ese mundo, sobre todo los colores. De hecho, cuando mis padres iban a los restaurantes a mí me daban un cuaderno de dibujos y unos lápices y no molestaba durante toda la comida.
–¿Recuerdas cuál fue tu primer dibujo?
–Al principio hacía garabatos con rotuladores cuando no sabía ni escribir y antes de entrar en el Bachillerato intenté hacer un encaje con carboncillo de un bodegón de frutas.
–¿Cómo fue la carrera universitaria?
–Estudié en Granada porque mi hermano estaba allí haciendo ya el Doctorado y porque siempre me había gustado la Facultad granadina porque es más innovadora y más modernista que la de Sevilla, donde se tratan más los retablos y otros aspectos de estas características.
–Me imagino que mantendrías tu nivel de estudios ¿me equivoco?
–La verdad es que sí porque en tercero de carrera decidí apuntarme a la Escuela de Arte y compatibilizaba las dos cosas, lo cual supuso un gran sacrificio porque estuve dos años en la Facultad por las mañana y en la Escuela de Arte desde las tres y media de la tarde a las nueve de la noche.
–¿Mereció la pena este sacrificio?
–Sí porque aprendí muchísimo y era el mundo que yo quería, además de que cuando concluí la Escuela de Arte participé en un desfile de moda como proyecto final de la carrera.
–¿Qué te hace descubrir esta experiencia en Granada?
–Aprendí a expresarme de una forma más profesional en cuanto al tema pictórico y el dibujo así como tuve contacto con el mundo del arte. En la escuela conocí el difícil mundo de la moda porque hacíamos una pasarela con los compañeros de Estilismo de la Indumentaria, lo cual nos permitió conocer a referentes como David Delfín, Enrique Loeve o Jesús del Pozo.
–¿En qué momento decides volver a Ceuta?
–Mi novio es ceutí y siempre me ha tirado mucho la familia, además de que mi otra gran pasión es la docencia porque me gusta mucho dar clases. Por este motivo volví y empecé a trabajar en el Severo Ochoa para dar dibujo durante todo el año.
–¿Cómo fue esa primera experiencia laboral?
–Me gustó mucho pero reconozco que fue un poco difícil porque empecé con muchos alumnos y no estaba acostumbrada.
–¿Qué haces después?
–Empecé a preparar unas oposiciones y aprobé sin plaza, aunque trabajé en el Clara Campoamor para una vacante de dibujo y fue uno de mis mejores recuerdos no sólo por los alumnos del instituto sino también por el profesorado. Luego estuve en el Puertas del Campo en una sustitución por una baja por maternidad y fue una experiencia muy positiva en todos los sentidos.
–¿Y en estos últimos años?
–En dos años he trabajado dos meses y dos semanas en el Siete Colinas,curiosamente con mi padre y mi hermano que están allí dando clases. Primero estuve para sustituir a un compañero y luego para cubrir la baja de mi padre. La verdad es que es muy extraño dar clases donde yo aprendí pero creo que los alumnos se han llevado un buen recuerdo y aprendimos mutuamente.
–¿Crees que está valorado el dibujo a nivel de asignatura?
–No está valorado sino más bien todo lo contrario ya que el Bachillerato de Arte debería tener otra categoría porque en esta ciudad hay mucha gente creativa.
–¿Qué sería necesario hacer para que se tuviera más en cuenta?
–Tener claro que te tiene que gustar el mundo del arte porque a dibujar se aprende pero hay que tener constancia. Yo he tenido compañeros en la Facultad que han dibujado estupendamente después de muchos años.
–¿Por qué es tan complicado el mundo de la moda?
–Primero porque tienes que tener un aporte económico importante para que te puedan ver ya que no sólo es crear tu diseño sino poder participar. En Madrid me dí cuenta de personas que llevan muchos años cosiendo y creando y que no han conseguido despegar en este complicado mundo de la moda.
–¿Es difícil pero bonito?
–Sí, es apasionante porque poder participar en un desfile en Madrid es primordial para darte a conocer.
–¿En qué proyectos te has embarcado últimamente?
–Puse en marcha con una amiga una colección de complementos de moda que llamamos “Pepita Pizpireta” que tuvo muy buena aceptación. Se trataba de collares, pulseras y pendientes que vendimos a través de internet así como en dos tiendas. Ahora me estoy planteando hacer una línea de camisetas con mi amiga Ana Melgar.
–Además acabas de inaugurar la exposición “¿Qué me pongo hoy?” ...
–Sí estará en el Museo del Revellín hasta finales de este mes y son treinta dibujos de figurines de moda y diseño de zapatos. La intención es que todas las personas que pasen por allí se vean reflejadas en cada faceta de su vida por los diferentes estilismos. El título lo puse una mañana que empecé a dibujar, me puse delante del armario y me pregunté lo que me iba a poner.
–¿Qué papel juegan las exposiciones?
–Es importantísimo para darse a conocer. En mi caso lo he llevado a cabo gracias al apoyo de mi madre que es la que lo organiza todo. La verdad es que hemos conseguido un cartel que llama la atención y atrae al ciudadano.
–¿Cómo te planteas el futuro?
–Me gustaría aprobar con plaza cuando salgan las oposiciones y que, luego, el sueño de la moda se haga realidad. Luego me gustaría poner en marcha una línea de complementos o una colección.
–¿Es complicado crear algo propio y que guste?
–Sólo hace falta constancia. Lo principal es que se trata de algo artesanal porque no hay dos iguales, motivo por el cual ésto se debería valorar más porque son muchas horas para hacer un collar o una pulsera.
–¿Hay en Ceuta un hueco para este arte?
–Creo que sí porque si existe un Bachillerato de Arte es porque hay muchos ceutíes creativos. Soy de la opinión de que sin el arte es imprescindible para la vida por sus diferentes connotaciones.
–¿Algo para terminar?
–Sólo agradecer el apoyo de mi familia porque siempre están ahí y es muy importante para seguir en la brecha.

Estudió en la Facultad de Granada

FICHA. María Ruiz Álvarez (Ceuta, 1983) acaba de cumplir esta semana veintinueve años, siendo la menor de una familia de dos hermanos.
Su padre nació circunstancialmente en Alcazarquivir mientras que su madre es una ceutí que ha pasado su infancia en el Morro, aunque posteriormente trasladaron su domicilio a la Marina Española.
Es docente y diseñadora de moda y estudió durante cinco años en la Facultad de Bellas Artes en Granada (promoción 2001-2006), habiendo ejercido ya en varios colegios e institutos.
Ya ha realizado cuatro exposiciones, dos de ellas en nuestra ciudad llamadas “Hilados” en el 2008 y “¿Qué me pongo hoy? recién estrenada, y otras dos colectivas en Granada.
Sus aficiones no podían ser otras que la bisutería, los complementos, el diseño de moda, las exposiciones y el cine en general.

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