Estaba previsto que desapareciera del puerto a finales de diciembre, pero el temporal que ha azotado Ceuta y el resto del país durante las últimas semanas obligará a que el Chariot, uno de los buques abandonados en la ciudad por sus propietarios desde finales de 2012, permanezca amarrado aún varias semanas en el Muelle España. Construido en 1984 y registrado en San Vicente y Granadinas, es desde principios del pasado mes de diciembre propiedad de la empresa canaria Actuaciones Navales Las Palmas, que ya entonces avanzó que el destino final del Chariot no era otro que acabar sus días en un desguace, actividad en la que está especializada su nueva adjudicataria.
Javier Baena, portavoz y representante de la compañía, confirmaba ayer a El Faro que las condiciones meteorológicas adversas han jugado en contra del calendario previsto inicialmente. “Habíamos fijado la fecha de finales de año para trasladarlo hasta Las Palmas, pero no ha sido posible. Si el tiempo no empeora, contamos con poder hacerlo a finales de enero o, como muy tarde, a principios de febrero”, asegura. La empresa ultima estos días el estudio para el remolque de la nave, que estará listo “esta misma semana o principios de la siguiente”, último paso previo al traslado del personal desde Canarias y a la despedida posterior del puerto de Ceuta.
El propio Baena fue quien, en nombre de Actuaciones Navales Las Palmas, concurrió a la subasta convocada por la Autoridad Portuaria de Ceuta el 22 de noviembre. El precio inicial del buque, según la tasación de los expertos, era de 165.000 euros, pero el pliego de condiciones para la adjudicación establecía sucesivos recortes a partir de esa cantidad si las primeras convocatorias quedaban desiertas, tal y como acabó sucediendo. En las tres primeras el proceso de venta quedó desierto. En la cuarta, la oferta de la empresa canaria, 83.620 euros, algo más de la mitad del punto de partida, fue aceptada. La Autoridad Portuaria traspasaba así una nave que había embargado mese antes acogiéndose al Artículo 302 de la Ley de Puertos, que establece que cualquier buque que acumule tres meses en aparente estado de inactividad y sin abonar las tasas de amarre obligatorias podrá ser declarado en estado de abandono y, de acuerdo con la Ley de Patrimonio, iniciar su venta en subasta.
El ‘Orobica’, el siguiente
Con el Rhone adjudicado a una empresa turca en septiembre por 182.100 euros y el Chariot a punto de dejar Ceuta, ambos camino del desguace, a la Autoridad Portuaria ya sólo le quedaría deshacerse del Orobica, el tercero de los buques abandonados en sus instalaciones. El organismo que preside José Torrado declaró su abandono el pasado mes de julio y dio por iniciado el proceso de subasta en noviembre. Con bandera de Malta, su venta será más complicada que la de sus compañeros de amarre en el Muelle España, ya que los expertos han tasado en 1,32 millones de euros su valor inicial y es en esa cifra donde se ha colocado el listón inicial de las pujas.