Varias áreas de la Ciudad continúan con la definición de la Ordenanza del Ruido.
Ayer se produjo la cuarta reunión para la redifinición de la Ordenanza del Ruido en la que se trataron los valores límites según las áreas acústicas y el tipo de suelo de cada zona. Las reuniones agrupan a dos técnicos de la Unidad de Metrología de la Policía Local por parte de la Consejería de Gobernación, un técnico de Fomento, uno de Sanidad Ambiental, al técnico de Gestión de Sostenibilidad de Ibermad, Adolfo Sanza, y a la viceconsejera de Calidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, Celinia De Miguel.
Los límites de decibilios han sido fijados en tres índices correspondientes al día, la tarde y la noche. En el borrador, no se trata del texto definitivo, se ha fijado por ejemplo que en las zonas donde se desarrollan acciones culturales, sanitarias y docente el tope se encuentre en 60 decibelios de día y tarde y de 50 por la noche. En las áreas residenciales los límites estarían situado en cinco decibelios más.
En la reunión también se habló de la implantación de Zonas Acústicas Saturadas, que serán fijadas cuando se firme el mapa de ruido, “muy avanzado” según De Miguel; esta definición servirá para corregir el nivel de decibelios y someter a las áreas a unos controles más asiduos. De Miguel ejemplificó una ZAS con el Poblado Marinero aunque aseguró que las áreas todavía no se han definido.
Para el mes que viene se han cerrado dos nuevas reuniones para el 20 y el 27 de abril. Esta renovación de la ordenanza sigue el marco de la Ley 37/2003 y los reales decretos 1513/2003 y 367/2007. Así como la normativa existente al respecto en el Código Técnico de Edificación.