El lado oscuro de la OPE

La Operación Paso del Estrecho sirve también de excusa para que, en su fase de retorno, algunas familias aprovechen para intentar hacer el negocio. Si les sale bien, regresan a sus países de residencia sabiendo que comerán una porción de la tarta que ofrece el delito del que han participado.

El riesgo, también, les puede pasar factura: terminar con los huesos en la cárcel tras no haber conseguido burlar el sistema de vigilancia impuesto por las fuerzas de seguridad. Este año la Benemérita contó con el apoyo de GRS llegados de la península para extremar los controles durante el desarrollo de la Operación. Trabajo no les ha faltado. A los bloqueos provocados por el pico de presión sufrido durante el último fin de semana de agosto, se ha sumado las intervenciones que, en colaboración con los agentes de la Compañía Fiscal, han desarrollado para evitar la salida de estupefacientes o inmigrantes hacia Europa.
Más de 2.200 kilos de hachís han sido decomisados en esta OPE que hoy termina; cifra que se traduce en la detención de 173 personas, la incautación de 109 vehículos y la realización de 140 intervenciones, según los datos facilitados a El Faro por la Benemérita. La mayoría de los detenidos, marroquíes con residencia en distintos puntos de Europa, portaba cantidades comprendidas entre los 20 y los 50 kilos; pero también hay quien arriesgó más, pasando 650 kilos de hachís, 230 ó 220, que son las cantidades más importantes de las intervenidas en estos meses. En septiembre, con motivo del punto y final de la OPE, se han intervenido 1.170 kilos de esta sustancia.
El tráfico de drogas sigue siendo el negocio más recurrente que salpica a los protagonistas de este periplo que enlaza Europa con Marruecos y a la inversa. Atrás quedan otros delitos antes más explotados que ahora, como es el de tráfico de inmigrantes. En el periodo comprendido en la OPE se ha detenido a dos personas que ocultaban en sus vehículos a indocumentados dentro de los maleteros. Estos son los que han podido ser acusados de delitos contra los derechos de los extranjeros. Al margen quedan los muchísimos que han sido interceptados por la Policía Nacional con personas sentadas en el interior de vehículos que portaban documentación falsa. Se trata, en su gran mayoría, de familiares o amigos que intentan embarcar con documentos falseados. La rutina habitual de la justicia es absolver a los conductores de los vehículos, ya que resulta complicado demostrar que realmente conocían que dicha documentación era falsa. Este tipo de situaciones forman la parte en la que el sentido humanitario y la acción policial se estrechan la mano de forma constante. Las demás parcelas de lo que se mueve al margen de la legalidad incluyen asuntos de menos peso. Por ejemplo el contrabando de tabaco. Durante la OPE la Benemérita se hizo con 5.500 cajetillas en el transcurso de 79 operaciones. Tabaco ilegal, introducido desde Marruecos, que, una vez en el mercado peninsular, puede ser vendido a un mejor precio. Además se recuperaron 10 vehículos de lujo.

Acoso constante: 624 intentos de colarse en vehículos

Es el pan nuestro de cada día. Los inmigrantes del CETI intentan colarse en los vehículos ante el despiste de sus conductores, buscando de esta manera llegar al otro lado. La situación se traduce en acoso si ponemos por delante las cifras. Durante el periodo OPE, la Guardia Civil ha frenado 624 intentos de entrada en vehículos protagonizados por inmigrantes del CETI. Detrás de esos intentos hay sin papeles que repiten una y otra vez esa misma acción hasta que consiguen fugarse. La Guardia Civil solo puede interceptarlos e impedir su embarque clandestino. Lo que sí comprueba es su identidad y la práctica mayoría es del centro del Jaral.