El GRECO lo señaló en su informe como “inductor” basándose en “fuentes vivas”. El juzgado de instrucción número 2 ha dictado el primero y, de momento, único auto de puesta en libertad de una de las once personas que seguían en prisión tras ser detenidas en el transcurso de la ‘Operación Hacha’, desarrollada tras el asesinato de Mohamed Aziz ‘Caniche’. Se trata de L.T.A., quien fue señalado en un informe del GRECO Costa del Sol como presunto inductor del crimen junto a otro de los detenidos, H.M.M., conocido como ‘Chakor’.
La magistrada titular del número 2 ha atendido ahora la petición de puesta en libertad provisional que, en varias ocasiones, había solicitado la Defensa. Lo ha hecho tras la práctica de varias diligencias cuyo resultado ha hecho favorable la toma de esta decisión, justo un año después de los hechos. El Ministerio Fiscal no solo no se ha opuesto sino que, además, como dato significativo, concluye en su informe que el imputado habría, supuestamente, “adoptado una conducta tendente al encubrimiento” pudiendo además formar parte de la organización criminal que, a ojos de la Policía Nacional, existía detrás de éste y otros hechos que marcaron la agenda en materia de inseguridad en la Ceuta de los últimos años. Ese encubrimiento se habría efectuado sobre la figura de otro de los detenidos, con el que mantiene una relación familiar indirecta.
El Ministerio Fiscal habla de la figura del encubrimiento pero no de inducción, ni de autoría ni de complicidad en el asesinato de ‘Caniche’, según el avance judicial del caso al que ha tenido acceso El Faro, una vez ha sido levantado el secreto de sumario de la causa matriz de ésta, que se sigue por tráfico de drogas en un juzgado de Torremolinos.
En la práctica de estas nuevas diligencias se incluyó la toma de declaración efectuada a los máximos responsables policiales del GRECO y de la UDYCO de Ceuta, que han firmado informes incluidos en esta causa. En el rubricado por la responsable del grupo policial en la Costa del Sol, se hace constar cómo se llegó a la conclusión de que el detenido podía ser calificado de inductor del crimen. Una justificación basada en los datos que recibió el GRECO a través de lo que denominan “fuentes vivas”, es decir, sus informadores que, en ningún caso, han sido elevados a la categoría de testigos protegidos. Según esas “fuentes vivas” consultadas por la Policía, se llegó a la convicción de que L.T.A. podía ser considerado inductor del crimen al sostener que pensaba en una posible traición del asesinado que debía ser vengada, tras la desaparición, en aguas marroquíes, de su hermano. Es decir, a ojos del GRECO, el detenido pensaría que ‘Caniche’ habría tenido relación en el pasado con un marroquí al que, a su vez, la rumorología apuntaría como implicado en la desaparición del que fuera conocido como ‘Nene’, cuyo cuerpo aún no ha sido encontrado y del que se mantiene que fue asesinado por sicarios franco-argelinos con la participación de señuelos.
Una historia compleja de relaciones supuestas, informadores cuyas identidades no se desvelan, conjeturas policiales y reseñas que no termina con esta declaración, de la que, precisamente, partió esta imputación por inducción al asesinato, penada al mismo nivel que una ejecución material.
Tras las manifestaciones de la responsable policial, también declaró el que fuera responsable de la UDYCO Ceuta en la fecha del asesinato. A preguntas del Fiscal y de la Defensa en esta fase de instrucción, negó que se hubiera practicado investigación alguna a ese marroquí al que se le presupone, en base a esas “fuentes vivas” manejadas por el GRECO, una relación con ‘Caniche’ que hubiera llevado a su posterior crimen. De hecho, puntualizó que, al menos en la Unidad policial de Ceuta, se desconocía quién era ese marroquí.
Ha sido en base a la práctica de estas diligencias cuando la Defensa de L.T.A. volvió a solicitar su puesta en libertad con cargos, medida que sí ha considerado el Juzgado en un auto dictado esta misma semana. Los abogados que representan los intereses del resto de detenidos han solicitado en varias ocasiones que se adopten medidas de puesta en libertad, pero hasta la fecha todas se han resuelto en sentido negativo y solo se ha conocido este caso, aunque la pelea judicial a base de presentación de recursos continúa.
En la denominada ‘Operación Hacha’, se procedió a la practica de once detenciones en su primera fase, ya que después se fueron desarrollando otras tanto en Ceuta como en Algeciras, a las que se sumaron varias imputaciones. Todos los detenidos fueron vinculados, según la nota policial del momento, con “la perpetración de hechos delictivos de carácter grave con empleo de armas de fuego”, reseñó.