Tras pasar toda la noche en los calabozos, ayer tocaba la puesta a disposición judicial del detenido. Con las pruebas aportadas por la Benemérita y tras escuchar la declaración del acusado, el juez ordenó su traslado a la prisión de Los Rosales por un presunto delito contra la salud pública.
El lote de narcóticos intervenido ayer es de los más importantes decomisados en este año por la Guardia Civil del puerto. Se cierra prácticamente el mes con uno de los saldos más elevados de aprehensiones, superándose la tonelada de hachís intervenida en sólo octubre.
Los 544 kilos de droga se suman a otras dos intervenciones destacadas: los 145 kilos hallados en un Hyundai el pasado jueves y los 250 detectados en otra furgoneta el pasado sábado. A estos decomisos se añaden las intervenciones prácticamente diarias de culeros que portan entre uno y dos kilos de hachís por persona, bien adosados al cuerpo o bien en el interior de sus organismos.
La crisis está, sin duda, detrás de la tendencia al alza en los pases de hachís a la península. Una tendencia que viene quedando marcada desde 2009 y que cada año aumenta, de acuerdo con las estadísticas manejadas por el Instituto Armado.
En el caso de marras el camionero había desembarcado en la ciudad para dejar mercancía y a su regreso, en el último barco de la noche, portaba media tonelada de hachís. Los bloques se habían untado con alquitrán para, precisamente, intentar burlar los controles del Servicio Cinológico del Cuerpo.
Investigación abierta para saber el lugar de carga
Nada más terminar las labores de inspección del camión interceptado con droga, la Benemérita ha abierto una investigación para conocer el lugar en donde se produjo la carga del hachís. En esas están ahora ya que existe la certeza de que el conductor del vehículo es una mera pieza dentro del engranaje que sostiene la introducción de droga en la península. El grupo Antidroga del Instituto Armado es ahora el que se está encargando de analizar la ruta que siguió el camionero, dónde descargó la mercancía de fruta y verdura que traía y en donde se le pudo efectuar la carga con los casi 600 kilos de hachís intervenidos en el servicio practicado el viernes por la noche. Llama la atención lo preparado del doble fondo que se practicó en el techo, en donde la organización preparó varias bandejas a modo de falsas cajoneras para ocultar los bloques de hachís. Además, para dificultar la labor del can antidroga se untaron los bloques con alquitrán y se ocultaron en la parte superior del vehículo.